Hello, ladies.
Today I'd like to talk to you about a topic I've been mulling over for a while. I'm talking about the comfort zone.
Normally, when I teach a new piece to my students, I tell them that every piece is designed so that, no matter how difficult it may be, there's always a moment where you can rest your fingers during the performance. The same thing happens in life; and we often call these moments, these areas where we allow ourselves the luxury of resting, our comfort zones.
We usually chase these zones because they mean we've achieved such perfection in these areas of our lives. It's in these places where we feel comfortable, and that's where the danger lies.
Mediocrity lies in comfort. We're doing nothing by learning three chords, repeating them over and over again throughout our lives, and thus considering ourselves great professionals.
The name "comfort" is aptly named, since it's in this zone that we feel comfortable, at ease, and that's where confidence comes from. And, as the saying goes: in confidence lies danger.
The artist, the creator, the person of thought shouldn't allow themselves the luxury of settling down, of being at ease for long.
Inactivity, immobility, will never lead you to success in the future or to achieving your stated goals.
Unfortunately, and at the same time for our good, life is full of challenges and difficulties that will force us to leave our comfort zone.
We must take advantage of them to escape and thus improve ourselves.
Finding a comfort zone is not a negative thing. Quite the opposite. We must create one that allows us to rest for a while, to regain strength, and then leave it; continue climbing our ladder of improvement.
As I said in my previous work, we must take advantage of rest. If we have managed to build one or more comfort zones, in which we feel comfortable working, it is because our work has paid off; we have achieved the mastery we sought.
Let's rest, girls, then leave our comfort zone and move forward.
Versión en español
Hola, chicas
Hoy quisiera hablar con ustedes de un tema que llevo rato dándole vueltas en la cabeza. Me refiero a la zona de confort.
Normalmente cuando enseño una nueva obra a mis estudiantes, les digo que todas las piezas están pensadas de modo que, por más difícil que sea, siempre tiene un momento en el que se puede descansar los dedos durante la interpretación. Lo mismo sucede en la vida; y a estos momentos, a estas zonas donde nos damos el lujo de descansar, solemos llamarle zona de confort.
Por lo general, solemos perseguir estas zonas, ya que significa que hemos logrado tal perfección en estas áreas de nuestra vida. Es en estos lugares en que nos sentimos cómodos y es ahí donde radica el peligro.
En la comodidad reside la mediocridad. No hacemos nada con aprendernos tres acordes, repetirlos una y otra vez durante toda la vida y considerarnos así los grandes profesionales.
El nombre de confort está muy bien puesto, ya que en esta zona nos sentimos cómodos, tranquilos y ahí mismo es donde viene la confianza. Y, como dice el dicho: en la confianza está peligro.
El artista, el creado, la persona de pensamiento no debe darse el lujo de acomodarse, de estar tranquilo mucho tiempo.
La inactividad, la inmovilidad nunca va a llevarte al éxito en el futuro ni a cumplir nuestras metas planteadas.
Desgraciadamente y al mismo tiempo para nuestro bien, la vida está llena de retos y dificultades que van a buscar que salgamos de nuestra zona de confort.
Debemos aprovecharlas para escapar y así superarnos.
Encontrar una zona de comfort no es algo negativo. Todo lo contrario. Debemos crear una que nos sirva para descansar por un tiempo, para recobrar fuerzas y luego salir de ella; seguir escalando en nuestra escalera de superación.
Tal como dije en mi trabajo anterior, debemos aprovechar el descanso. Si hemos llegado a construir construirnos una o varias zonas de confort, en la que nos sintamos cómodos trabajando, es porque nuestro trabajo ha rendido frutos; hemos alcanzado esa maestría que buscábamos alcanzar.
Descansemos, chicas, luego dejemos nuestra zona de confort y avancemos.
