Hello, friends of the best drink in the world 😊.
Yesterday, I was invited to the 10th Young Hispanic-American Writers Literary Event in Santa Clara.
But while we were waiting for the bus that would take us to the event, we found a bar, and there they were selling beer 🍺.
This place was quite bohemian, with beer for sale for those visiting the shopping center.
We, writers with plenty of time to kill, decided to do so by buying this golden lager.
A pretty good beer, actually.
The best part of all, and something that made us laugh quite a bit, was that not even the seller knew what brand of beer he was selling.
However, both the place and the beer were inviting.
Wherever several writers get together, there's good conversation.
There we sat and chatted for a long time between beers.
The best part was that we were alone. It was midday and it had rained.
Just then, the bus arrived, and five hours later, we were in Santa Clara.
At the opening night of the event, we were lucky enough to buy Unlaguer beer.
This beer, ice-cold, is always welcome.
There, amid good singer-songwriter music and poetry readings, we enjoyed an excellent evening, paired with good #beer.
The most incredible thing is that in both spaces, which are completely different and in two different provinces, the furniture is made from pieces of wood.
Rustic, but perfectly functional.
And also, in both places united by the same event, they are also united by good beer 🍺.
It doesn't matter if you don't know the brand or not, the important thing is that we have a good time, that we enjoy this excellent and delicious drink.
A drink that is the common thread of this friendship and artistic and literary event, and that itself is also art.
Versión en español
Hola, amigos de la mejor bebida del mundo 😊.
Desde ayer me invitaron al X Evento literario de Jóvenes Escritores Hispanoamericanos en la ciudad de Santa Clara.
Pero, en lo que esperábamos el ómnibus que nos llevaría al evento, nos encontramos un bar y allí, vendían cerveza 🍺.
Este sitio era bastante bohemio, con venta de cerveza dispensada para aquellos que visitaban aquel centro comercial.
Nosotros, escritores con bastante tiempo por delante para ocupar, decidimos hacerlo comprando de esta cerveza rubia dorada.
Una cerveza bastante buena, de hecho.
Lo mejor de todo y algo que nos causó bastante gracia, fue que ni siquiera el vendedor sabía qué marca era la cerveza que él mismo vendía.
No obstante, tanto el lugar como la cerveza invitaba a beber.
Donde sea que se unen varios escritores hay buena conversación.
Ahí nos sentamos a conversar bastante rato entre cerveza y cerveza.
Lo mejor es que estábamos solos. Era mediodía y había llovido.
En eso, llegó el ómnibus y cinco horas después, estábamos en Santa Clara.
En la inauguración del evento, por la noche, corrimos la suerte de poder comprar la cerveza Unlaguer.
Esta cerveza, bien fría, es siempre bienvenida.
Allá, entre buena música de cantautores y lecturas de poesía, disfrutamos de una excelente velada, maridado con buena #cerveza.
Lo más increíble es que en ambos espacios, que son completamente distintos y en dos provincias distintas, el mobiliario está conformado por muebles confeccionados con parles de madera.
Rústico, pero perfectamente funcional.
Y también, en ambos sitios unidos por un mismo evento, también los une la buena cerveza 🍺.
Da lo mismo si no se conoce la marca o sí, lo importante es que pasemos un buen rato, que disfrutemos de esta excelente y deliciosa bebida.
Bebida que es el hilo conductor de esta amistad y evento artístico y literario y que ella mismo en sí, también es arte.
