Recuerda:
En una carrera de veleros, el clima, el viento y el oleaje son iguales para todos los participantes. Será vencedor o ganador aquel que disponga mejor las velas, es decir, aquel que domine ese fino arte, que haya estudiado y practicado excesivamente día tras día, y probablemente haya aprendido de sus propios errores.
Si todos nacimos de la misma manera, ¿por qué un porcentaje triunfa y el resto no? Tendríamos que desmenuzar o desandar lo dicho. Ganará aquel que estudió a fondo lo que se propone, que se preparó, que practicó una y otra vez, y aunque cometió errores, los meditó, buscó exhaustivamente la falla y, después de comprenderla a fondo, la erradicó, aquel que disiplino su cuerpo y mente para cuando digan largaron, este presente con sus 5 sentidos bien puestos.
Alguien va, limpia un terreno, voltea la tierra para que se aeree, la abona, arma los surcos, planta la semilla, cuida como un guardián los florecientes tallos, arma las vides, cosecha sus frutos, las uvas, las muele y, paso a paso, con su estacionamiento por el tiempo adecuado, hace nacer al vino. Y nos ofrece una copa, y simplemente, y hasta distraídamente, de algún modo lo bebemos sin darle la debida importancia.
No se trata de lo que yo quiera o desee, se trata de si vos estás buscando algo. La dedicación, el esfuerzo y la perseverancia son la clave para lograr nuestro éxito.
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