Palabras de transformación que solo los libros pueden ofrecer. Desde “El lobo estepario”, que marcó tu inicio, hasta las lecturas actuales, se percibe cómo cada libro te ha ido moldeando. En las huellas que mencionas —la empatía por la emigración en Hamid, el poder de cambiar hábitos con Duhigg, o la conexión humana en Fossier— aprecio el reflejo de un viaje personal a lo colectivo. La literatura, como bien señalas, no solo informa, sino que conecta y transforma nuestras miradas, dejando en nosotros preguntas e historias que nos acompañan para siempre. Desde pequeño siempre me han llamado “ratón de biblioteca”, tristemente la edad erosiona nuestras capacidades.