A greeting to the wonderful @TopFamily community.
Today I have felt the soft bite of nostalgia while creating this post, to participate in the TBT Contest: a photo, a story, a day like this.
If you also want to do it, you have time until midnight. Here’s the link: https://ecency.com/hive-192096/@lanzjoseg/concurso-tbt-una-foto-una-d954a503a5ada
Two of the things I love and enjoy in life are coffee and friends. Imagine my total happiness when I manage to combine both in the same afternoon: drink coffee with friends.
Today, a special person in my life is celebrating their birthday, an unforgettable friend. And while looking through the photos for one that would help me make a nice birthday post for her, I found this one that stood out among many others because of the beauty of the moment.
We enjoyed that coffee thinking it would be one of the last before my departure. Luckily, we were able to share it two or three more times, but the feeling that this could be the last gave it a stronger meaning.
That afternoon we caught up. We talked about her university and my radio scripts. About her son and mine. About her complicated loves and the distance that separated me from mine. We tried to be each other's personal therapist.
So sad and incomplete, we arrived that day at the café of the Nicolás Guillén Foundation that even the bartender gave us our space, perhaps fearful that so much sadness could be contagious. But we pieced ourselves together, and after the coffee, we stepped out onto the street a bit happier, a little less broken.
That afternoon, I sat with her at the table, and while she healed herself, she helped me cope with the momentary and compulsory separation I was experiencing. Today I sit to drink coffee with my husband, and he heals me from this terrible longing I have to be able to hug her.
Distance is a bad woman, who emanates nostalgia from her breasts and chokes us.
This post was written without the use of AI.
The images belong to me
and the banners were created in Canva.
Un saludo maravillosa comunidad de @TopFamily.
Hoy he sentido mucho la mordida suave de la nostalgia mientras creaba este post, para participar en el Concurso TBT una foto una historia un día de esos.
Si tú también deseas hacerlo, estás a tiempo hasta las 12 de la noche. Aquí te de dejo el enlace. https://ecency.com/hive-192096/@lanzjoseg/concurso-tbt-una-foto-una-d954a503a5ada
Dos de las cosas que amo y disfruto en la vida es el café y los amigos. Imagínense entonces mi total felicidad cuando logro unir ambos en una misma tarde: beber café con amigos.
Hoy está cumpliendo años una persona especial en mi vida, una amiga imposible de olvidar. Y al buscar entre las fotos alguna que me sirviera para hacerle una bonita publicación de feliz cumpleaños, encontré esta que resaltó entre muchas otras por lo bonito del momento.
Disfrutamos ese café pensando que sería uno de los últimos antes de mi partida. Por suerte, pudimos compartir en dos o tres ocasiones más, pero el hecho de sentir que ese podía ser el último, le dio un significado más fuerte.
Esa tarde nos pusimos al día. Hablamos de su universidad y de mis guiones radiales. De su hijo y del mío. De sus amores complicados y de la distancia que me separaba del mío. Intentamos ser terapeuta personal la una de la otra.
Tan tristes e incompletas llegamos ese día a la cafetería de la Fundación Nicolás Guillén, que hasta el barman nos dio nuestro espacio, temeroso, quizás, de que tanta tristeza fuese contagiosa. Pero juntamos pedacitos y después del café, salimos a la calle más felices, un poquito menos rotas.
Aquella tarde me senté con ella a la mesa y sanándose a sí misma, me ayudó a sobrellevar la separación momentánea y obligatoria que vivía. Hoy me siento a beber café con mi esposo y él me sana de estas ganas terribles que tengo de poder abrazarla.
La distancia es una mala mujer, que emana nostalgia de sus pechos y nos atraganta.
Este post fue redactado sin el uso de IA.
Las imágenes me pertenecen
y los banners fueron creados en Canva.
