Recently I got my hands on the work Fantomas vs. the multinational vampires, A realizable utopia by Julio Cortázar, which caught my attention because it is based on a comic book character of Mexican origin, although there is also a Fantomas from France. Both characters are homonyms, but they are not the same. The Mexican one derives from "Fantomas, la amenaza elegante", a very popular comic book in Latin America that was published by Novaro publishing house from 1960 to the nineties.
Julio Cortázar himself appears as a character in the 201st edition of 1974, entitled Intelligence in flames, where Fantomas meets with the greatest contemporary writers and of course the famous Argentinean appears, as well as several members of the so-called Latin American Boom, which represented the pinnacle of literary creation in this part of the world.
A year after his appearance as a character, Cortázar published his graphic novel based on Fantomas. I admit that my expectations were high because I consider Cortázar a master in the art of storytelling, Hopscotch is a stroke of genius, which is why he is considered one of the most innovative authors of his time. When you insert me in these pages you can appreciate diverse comic elements, as well as illustrations, maps, infographics, collages and letters. So it represents another sample of the cortazarian spirit.
From the beginning of the story, a game is played with the reader as the story follows a character called "Narrator" who must attend a meeting at the Russell II Tribunal in Brussels as he is part of the jury. The mission of this tribunal is to expose human rights violations in America.
Later, at a newspaper and magazine stand, the narrator buys a comic book and it turns out that his experiences appear in the comic. Cortázar, as an author, offers a risky proposal because it is based on metafiction, that is to say, he takes real facts, people and references to transform them into fiction and from there give meaning to his story. In the novel, Julio Cortázar is presented as the main character, so he proceeds to make a strong criticism of the capitalist system and power structures, although from an ironic and humorous approach.
The appearance of Fantomas is complementary because he is a Latin "superhero" who must confront a conspiracy of multinational companies seeking to take over the world economy. Among the most questionable actions, the narrative voice presents the burning of books as a strategic objective, which is not a novelty because history has shown that by destroying books, writers are silenced, access to information is censored and the aim is to erase the past to establish an alternative one for ideological purposes.
In the midst of all this plot, Cortázar takes the opportunity to use renowned authors such as Octavio Paz, Susan Sontag and Alberto Moravia as characters. He also reflects on the link between art and politics as he recognizes that the problems in Latin America are too complex to find solutions. Not even Fantomas can confront despot governments, unscrupulous businessmen and corrupt politicians. Hence, citizen participation is needed to face such a commitment.
Fantomas vs. multinational vampires is a work that defies conventions and demands an attentive reader to explore a very particular literary proposal, where literature merges with ideology and philosophical postulates. The Argentine historical context leads me to infer that Cortázar took advantage of Fantomas to create a story that denounces the outrage of the military dictatorship and the great elites that threatened a Latin America that still had no identity and was going through a period of violence that would leave several wounds.
Recientemente llegó a mis manos la obra Fantomas contra los vampiros multinacionales, Una utopía realizable de Julio Cortázar**, me llamó la atención porque se basa en un personaje de historieta de origen mexicano, aunque también existe un Fantomas procedente de Francia. Ambos personajes son homónimos, pero no es el mismo. El mexicano deriva de "Fantomas, la amenaza elegante", historieta muy popular en Latinoamérica que fue publicada por la editorial Novaro, desde 1960 hasta la década de los noventa.
El propio Julio Cortázar aparece como personaje en la edición 201 del año 1974, titulada La inteligencia en llamas, allí Fantomas se reúne con los más grandes escritores contemporáneos y por supuesto aparece el célebre argentino, al igual que varios integrantes del llamado Boom Latinoamericano, que representó la cima de la creación literaria en esta parte del mundo.
Un año después de su aparición como personaje, Cortázar publicó su novela gráfica basada en Fantomas. Admito que mis expectativas eran altas pues considero a Cortázar un maestro en el arte de narrar, Rayuela es una genialidad, por algo es considerado uno de los autores más innovadores de su época. Al insertarme en estas páginas puede apreciar diversos elementos propios del cómic, así como ilustraciones, mapas, infografías, collages y cartas. Así que representa otra muestra del espíritu cortazariano.
Desde el comienzo de distingue un juego con el lector ya que la historia sigue a un personaje llamado "Narrador" el cual debe asistir a una reunión en el Tribunal Russell II en Bruselas ya que forma parte del jurado. La misión de este juzgado es exponer las violaciones a los derechos humanos en América.
Posteriormente, en un puesto de periódicos y revistas, el narrador compra un cómic y resulta que sus vivencias van apareciendo en la historieta. Cortázar, como autor, ofrece una propuesta arriesgada porque se está sustentando en la metaficción, es decir toma hechos, personas y referentes reales para transformarlos en ficción y a partir de allí dar sentido a su historia. En la novela, se presenta como personaje principal a Julio Cortázar, así que desdoblado en alguien ficticio procede a realizar una contundente crítica al sistema capitalista y a las estructuras de poder, aunque desde un enfoque irónico y humorístico.
La aparición de Fantomas resulta complementaria porque es un "superhéroe" latino que debe hacer frente a una conspiración de empresas multinacionales que busca apoderarse de la economía mundial. Entre las acciones más cuestionables, la voz narrativa nos presenta la quema de libros como objetivo estratégico, lo que no es una novedad porque la historia ha demostrado que destruyendo los libros se silencia a los escritores, se censura el acceso a la información y se pretende borrar el pasado para instaurar uno alternativo con fines ideológicos.
En medio de toda esta trama, Cortázar aprovecha para usar como personajes a reconocidos autores como Octavio Paz, Susan Sontag y Alberto Moravia. Además reflexiona sobre el vínculo entre arte y política en tanto reconoce que los problemas en la América Latina resultan muy complejos para encontrarle soluciones. Ni Fantomas puede hacer frente a los gobiernos déspotas, empresarios inescrupulosos y políticos corruptos. De allí que se necesite una participación ciudadana para afrontar tal compromiso.
Fantomas contra los vampiros multinacionales es una obra que desafía las convenciones y exige un lector atento para explorar una propuesta literaria muy particular, donde la literatura se funde con ideología y postulados filosóficos. El contexto histórico argentino me lleva a inferir que Cortázar se aprovechó de Fantomas para crear una historia que denuncie el atropello de la dictadura militar y de las grandes élites que amenazaban a una América Latina que aún no tenía identidad y atravesaba por un período de violencia que dejaría varias heridas.
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✓Fotos de mi galería personal, editadas con Picart.
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