Today I will deal with the short story The man and his green horse by Antonio Márquez Salas, perhaps one of the author's best known stories, which won him the Short Fiction contest of the newspaper "El Nacional" in 1947. The prose of this Venezuelan writer is profound; it requires an attentive and complicit reader, capable of deciphering his aesthetic proposal, which is rich in images and rhetorical figures.
In this story the main character is Genaro, an Indian who accidentally embedded a splinter of firewood in his leg. From that moment on, he begins a series of sufferings that culminate in tragedy. As secondary characters appear his wife and three children, who in the face of adversity show love, compassion and loyalty until the end.

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Genaro is the pillar of the family and, faced with the impossibility of working, he plunges into anguish and depression, both feelings very well nuanced from the longing for the days gone by, when he was healthy. The literary context places us in a rural country where Feudalism prevails, since Genaro lives in a humble hut and tills the land for his boss, so when his leg gets infected, the hope of progress disappears.
Poverty and deprivation become palpable as the story progresses to the point of despairing the reader as Genaro gets worse every day without medical assistance. The scatological images of the infection process up to the amputation of the infected leg are well done, and it is evident that the narrator is knowledgeable about open wounds and the danger of flies landing on them.

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The descriptions abound and draw us different scenarios, so much so that we can imagine them, even the grotesque details that cause repulsion accentuate a veiled social criticism since at that time in the country everything that was published went through a strong government censorship. Márquez Salas has a mastery of the pen and does not hesitate to use different literary resources to exploit the emotional side, making the words shudder and move.
It is also possible to visualize a criticism of religion because although Genaro did not show affinity for a religious current, those around him did little to help him, beyond taking him to the city to have his leg amputated, an extreme solution that in any case did not work because the procedure was not correct. Thus, a believing society that somehow justifies the suffering of Genaro and his family is exposed.

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The metaphor of the green horse is also noteworthy because it is a symbol of the fertile land, a reminder of the glory days when Genaro was happy in his countryside far from the city and what it represented. By then in Venezuelan literature the civilization-barbarism diatribe was emerging as a fashionable theme for fiction.
In The man and his green horse we find a precarious peasant environment, possibly from Merida, given the author's origins. For his part, the Indian Genaro represents the man who is stuck in the past, in abandonment and illiteracy, in that country that was advancing with many stumbling blocks towards modernity. We then witness the gradual destruction of a man whose suffering serves to sensitize the reader to the value of life under the gaze of a feudal lord.
Versión en EspañolHoy abordaré el cuento El hombre y su verde caballo de Antonio Márquez Salas, quizás uno de los relatos más conocidos del autor y que le hizo ganador del concurso de Ficción Breve del diario “El Nacional” en 1947. La prosa de este escritor venezolano es profunda, se necesita a un lector atento y cómplice, capaz de descifrar su propuesta estética que se presenta rica en imágenes y figuras retóricas.
En esta historia el personaje principal es Genaro, un indio que por accidente se incrustó una astilla de leña en una pierna. A partir de allí comienza una serie de padecimientos hasta culminar en tragedia. Como personajes secundarios aparecen su mujer y sus tres hijos, quienes ante la adversidad demuestran amor, compasión y lealtad hasta el final.

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Genaro es el pilar de la familia y ante la imposibilidad de trabajar se sumerge en angustia y depresión, ambas sensaciones muy bien matizadas desde la añoranza de los días pasados, cuando estaba saludable. El contexto literario nos ubica en un país rural donde predomina el Feudalismo ya que Genaro vive en una humilde choza y labraba la tierra para su jefe, así que al infectarse su pierna desaparece la esperanza de progresar.
La pobreza y las carencias se hacen palpables a medida que avanza el cuento hasta el punto de llegar a desesperar al lector puesto que Genaro empeora cada día al no disponer de asistencia médica. Las imágenes escatológicas del proceso de infección hasta la amputación de la pierna infectada están bien logradas, se advierte entonces que el narrador posee conocimientos sobre heridas abiertas y el peligro que representan las moscas al posarse allí.

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Las descripciones abundan y nos dibujan diferentes escenarios, tanto así que podemos imaginarlos, incluso, los detalles grotescos que causan repulsión acentúan una crítica social velada ya que para entonces en el país todo lo que se publicaba pasaba por una ferrea censura gubernamental. Márquez Salas tiene el dominio de la pluma y no duda en utilizar diferentes recursos literarios para explotar el lado emocional, logrando que las palabras estremezcan y conmuevan.
También se puede visualizar una crítica hacia la religión ya que si bien Genaro no demostró afinidad por una corriente religiosa, quienes estaban a su alrededor poco hicieron para ayudarlo, más allá de trasladarlo a la ciudad para que le amputaran la pierna, una solución extrema que de igual manera no funcionó porque el procedimiento no fue correcto. Así que se expone una sociedad creyente que de alguna forma justifica el padecer de Genaro y su familia.

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La metáfora del verde caballo también es para resaltar porque es un símbolo de la tierra fértil, un recordatorio de los días de gloria cuando Genaro era feliz en su campo alejado de la ciudad y lo que representaba. Para entonces en la literatura venezolana se asomaba la diatriba civilización-barbarie como tema de moda para las ficciones.
En El hombre y su verde caballo encontramos un ambiente campesino precario, posiblemente merideño, dado los orígenes del autor. Por su parte, el indio Genaro representa al hombre que se estaciona en el pasado, en el abandono y el analfabetismo, en ese país que avanzaba con muchos tropiezos hacia la modernidad. Asistimos entonces a la destrucción gradual de un hombre cuyo padecer funciona para sensibilizar al lector sobre el valor de la vida bajo la mirada de un señor feudal.
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✓Fotos de mi galería personal, editadas con Fotocollage.
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