Robinson Crusoe

in Hive Book Club10 months ago (edited)


Robinson Crusoe

Comenzando el año y estoy en Brasil, en una isla cuya imagen no he visto en un mapa real, pero sí en la geografía imaginaria creada con el inmenso poder de la palabra, a través de la literatura y sus recursos elocutivos. En apenas una semana del año nuevo y ya tengo quince años en esta isla donde he aprendido a comer tortugas y sus huevos, carne exquisita de aves, llamas, uvas y naranjas, todo de naturaleza silvestre. Tengo dos casas, una a orillas del mar y otra en medio de la isla; la primera por la necesidad de estar a la vista de algún barco y la segunda porque hay allí un jardín de frutas que he aprendido a conservar para las épocas de sequía. Vivo bien y tengo lo necesario para estar tranquilo: hogar, alimentos y me acompaña un perro, dos gatos y un loro al que enseñé a decir mi nombre, Robinson Crusoe.

     Pero no todo es tranquilidad, he estado acosado por la idea de que en esta Isla exista la posibilidad de encontrarme con fieras salvajes o con antropófagos; también el clima me ha dado tormentos, el invierno es terrible porque llueve por días seguidos, el verano es caluroso y un maremoto casi me entierra vivo. Pero lo que más me acosa, peor que la posibilidad de una fiera salvaje o de un caníbal, es mi propia paz interior.

     El destino tiene su manera certera de convertirnos en su juguete. Verán, cuando estaba en casa, con mis padres, quería tener una vida de aventuras, por eso dejé de estudiar y me hice marinero, por eso subí a un barco, porque pretendí que recorriendo el mundo a la velocidad imponente de sus nudos, desenredaría los nudos de mi existencia, de mi aparente vida aburrida. Ahora resulta que esta isla, a la he llamado Desesperación; donde tengo toda la libertad para moverme, para explorar y conquistar; a la que ya he empezado a domar con esfuerzo y constancia, se me presenta como una cárcel, terrible y solitaria, porque estando en medio del mundo, solo y único, siento la necesidad de llenarme de paz interior, de paz espiritual; y en estos momentos es cuando lamento no haber escuchado a mi padre ni a Dios y siento que estoy aquí, alejando de todos, por castigo divino.

     Soy un náufrago ¡Dios! Y con mi historia resumo la historia universal del hombre. Pero en reverso; verán, al ser arrojado en esta isla tuve que aprender, no a empezar de cero como los primitivos de las cavernas, sino a utilizar mi experiencia de vida para sobrevivir; aprender a utilizar con sentido más práctico mi intelecto y razonamiento; aprender a valorar cada día con sus inclemencias o escasez; me tocó iniciarme en la agricultura, a domar plantas y animales, estaciones y hasta mis propios miedos; me dieron una isla para poblarla y como aprendí a meditar antes de actuar, sólo tomo lo que necesito porque aquí me vale mil veces más una uva seca que una libra esterlina.

     Soy Robinson Crusoe, y mi historia ficticia, pero espejo de la realidad, es una descripción de cómo el hombre desarrolló el sentimiento de angustia por el futuro, es decir, cómo aprendió a tener cierto control del entorno, pero que en la medida en que iba avanzando, crecía también su angustia, por el temor de que el logro fuera insuficiente para los días posteriores. Mi historia no sólo es la historia que nos recuerda la del hombre primitivo frente a una naturaleza similar, salvaje, rústica, sino que también en la historia del hombre “civilizado” frente a un entorno hostil; al que debe revalorar, para modelar su pensamiento, su carácter, su espíritu, si desea sobrevivir.

     Hasta aquí les cuento mi viaje porque debo seguir. Estoy en la parte donde Robinson Crusoe está planeando capturar a un salvaje para domesticarlo, hacerlo su amigo e intentar salir de la isla… Pero si quieren saber toda la historia, los invito a leer el libro.




Robinson Crusoe

Beginning of the year and I am in Brazil, on an island whose image I have not seen on a real map, but in the imaginary geography created with the immense power of the word, through literature and its eloquent resources. Just one week into the new year and I am already fifteen years old on this island where I have learned to eat turtles and their eggs, exquisite poultry, goats, grapes and oranges, all of wild nature. I have two houses, one by the sea and the other in the middle of the island; the first because of the need to be in sight of a ship and the second because there is a fruit garden there that I have learned to preserve for the dry seasons. I live well and I have what I need to be calm: home, food and I have a dog, two cats and a parrot that I taught to say my name, Robinson Crusoe.

     But not everything is tranquility, I have been harassed by the idea that in this island there is the possibility of meeting wild beasts or anthropophagous; also the weather has given me torments, the winter is terrible because it rains for days in a row, the summer is hot and a tidal wave almost buried me alive. But what harasses me most, worse than the possibility of a wild beast or a cannibal, is my own inner peace.

     Destiny has its certain way of turning us into its plaything. You see, when I was at home, with my parents, I wanted to have a life of adventure, that's why I stopped studying and became a sailor, that's why I boarded a ship, because I pretended that by traveling the world at the imposing speed of its knots, I would untangle the knots of my existence, of my apparent boring life. Now it turns out that this island, which I have called Despair; where I have all the freedom to move, to explore and conquer; which I have already begun to tame with effort and constancy, appears to me as a prison, terrible and lonely, because being in the middle of the world, alone and unique, I feel the need to fill myself with inner peace, spiritual peace; and in these moments is when I regret not having listened to my father or to God and I feel that I am here, moving away from everyone by divine punishment.

     I am a castaway. And with my story I summarize the universal history of man. But the other way around; you see, being thrown to this island I had to learn, not to start from scratch like the primitives of the caves, but to use my life experience to survive; to learn to use my intellect and reasoning with a more practical sense; to learn to value each day with its inclemencies or scarcity; I was given an island to populate and since I learned to meditate before acting, I only take what I need because here a dry grape is worth to me a thousand times more than a pound sterling.

     I am Robinson Crusoe, and my fictional story, but mirror of reality, is a description of how man developed the feeling of anguish for the future, that is, how he learned to have some control of the environment, but as he advanced, his anguish also grew, for fear that the achievement would be insufficient for later days. My story is not only the story that reminds us of the story of primitive man facing a similar, wild, rustic nature, but also the story of "civilized" man facing a hostile environment, which he must reevaluate, to shape his thinking, his character, his spirit, if he wishes to survive.

     Up to here I tell you about my journey because I must continue. I'm at the part where Robinson Crusoe is planning to capture a savage to tame him, make him his friend and try to get off the island... But if you want to know the whole story, I invite you to read the book.



Texto y fotografía de @jesuspsoto