Probablemente, como lectores, se habrán encontrado en la situación de haber leído poemas que culminan con una sentencia que les resulta contundente; en ocasiones por resultar graciosa y en otras, por conclusivas y aleccionadoras, debido al mensaje que transmiten, y sin embargo, no has podido explicarte la razón que hay detrás de esa eficacia, pero sabes que debía terminar así y no de otro modo. Lo reconoces: "¡Wao, qué buen cierre!"
Como escritor, te puede haber pasado, que a veces, no encuentras de qué manera poner punto final a tu poema. Pues hoy te vamos a mostrar una técnica, una táctica discursiva, una herramienta que con bastante frecuencia ha sido aplicada en la tradición lírica, y que aún en nuestros días se recurre a ella.
Se llama EPIFONEMA, pero ésto, tal vez ya lo sabías, lo que a lo mejor desconoces, estimada amiga, querido amigo de Hive, colegas admirables de #literatos, es que ésta Figura Literaria tan socorrida y usual, puede darse de dos maneras: se estudia dentro de la Preceptiva Literaria como Figura del Pensamiento, tanto en el grupo de Las Lógicas, como también dentro de Las Patéticas.
Para enseñarte a identificarla, y para estudiar cómo procede de una u otra manera, compartimos hoy éste brevísimo artículo, que espero despierte tu interés y sepas agradecer, sobre todo, si estás dentro del grupo de Creadores que ya se encuentran motivados para participar en nuestra iniciativa lanzada con el apoyo de #hivecuba, dedicada en su 7ma Convocatoria, al Romance y El Otoño 😅😏
Se trata de una breve consideración que se realiza al final de una cláusula, de un período (párrafos en la prosa, estrofas en los versos) o de un texto, cerrando el pensamiento de manera conclusiva y sentenciosa.
Debe referirse a lo que ya se ha dicho, concretándolo, resumiéndolo con una fórmula expresiva que ha de ser breve y precisa.
Por ésta peculiaridad adquiere un tono didáctico desaconsejable, se recomienda su empleo con moderación, contención, austeridad, y una naturalidad que a muchos escritores le resulta difícil de alcanzar.
a) Como Figura Patética
Adquiere éste carácter cuando se destaca mucho el sentimiento y la exclamación.
Un clásico ejemplo de ella, se realiza en el último Terceto, de éste soneto de corte humorístico donde se retrata, críticamente, a una dama, y que pertenece a Lupercio Leonardo de Argensola ⬇️
Otro ejemplo modélico de Epifonema Patética, se encuentra en los versos que emplea José Martí para concluir su emotivo poema "Yugo y estrella":
Dame el yugo, oh mi madre, de manera
que puesto en él de pie, luzca en mi frente
mejor la estrella que ilumina y mata.
b) Como Figura Lógica
Predomina en la expresión empleada lo reflexivo, el intelecto y no la pasión (por lo que no deja de ser emotiva y muy eficaz) Su propósito es rehusar a sonar demasiado patético.
De hecho, en la poesía contemporánea, se prefiere a la anterior, debido a que lo exclamativo ha caído en desuso, y los poetas de hoy consideran que ése carácter debiera ponérselo el receptor según su estado anímico y no con la imposición del emisor del discurso poemático.
No obstante, el ejemplo que les traigo, para culminar, y no abusar más de vuestro tiempo, ni de la bondad que nos ofrece el cordial 📪 buzón de #ecency, aparece en un bellísimo soneto, es un clásico que, seguramente, la mayoría de ustedes ya debe haber leído ⬇️
La Portada e imágenes para ilustrar la publicación,
fueron diseñadas por mí en Fluer.
El Banner, creado en Canva,
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