Que fuerte, estaba embobada, como Armando, mirando los peluches (Stitch especificamente)sabes pensando en quien, cuando caí en nuestra cruda y triste realidad.
Cuántos Armando lloran en otras latitudes y lo peor es que no sabemos cuantos más lo harán.
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Ay, mi Ele, no imaginas cuánto lo pudimos comprender. Yuri pasó lo mismo cuando tuvo que salir solo y dejarnos a Caleb y a mí detrás. Cuando llegaba a lugares bonitos o comía algo rico, no podía sentir cierta culpa 🥹. Aprendió a disfrutar y a agradecer, cuando nos tuvo a su lado, compartiendo con él tantas bendiciones.
A Armando le queda un camino largo y espinoso aún, pero esperemos que pronto pueda reunir a su familia.
Le gustan los Stitch a la niña más linda y preciosa de Matanzas?