Trigun me llamaba la atención por la historia que se planteaba, por su mundo, odiaba mucho que desde hace un tiempo le quiten lo épico a los protagonistas en muchas historias, poniéndolos en escenas bastante ridículas, un ejemplo exagerado es lo que pasa en Shadows.
Puedo empatizar que no es correcto abatir a todo los que le hagan frente al personaje, pero dejar con vida a un asesino que segara vida tras vida, mientras este en pie, es como ser cómplice de todos los asesinatos.
Comencé queriendo al personaje, pero, termine odiándolo un poco, no puedes salvarlos a todos, hay que decidir en momentos habrá un duelo fatal, puedes acertar o equivocarte, pero no hacer nada, es ser cómplice de los que hacen el mal.
En Trinity Blood, el personaje era pacifista también, pero llegado el momento, él sabía que un enfrentamiento final era la única forma de detener a los que causaban el daño, Vash nunca maduro ni entendió que no se puede vivir eternamente sin enfrentarse a un combate mortal, no en ese mundo.
Es una buena reseña, saludos.