Una película para reflexionar

Desde el momento en que vi "Cómo ser millonario antes que muera la abuela", supe que había encontrado una película que resonaría en mí de una manera profunda y personal, la historia, que gira en torno a un joven que busca desesperadamente hacerse rico antes de que su abuela fallezca, no solo es una comedia entretenida, sino que también es un viaje emocional que invita a la reflexión sobre la vida, el amor y sobre todo a lo que siempre como familia se pierde.

Básicamente la trama al inicio no me atrapó pero a medida que iba observando comencé a recibir el gran mensaje que deja, porque el protagonista, un joven lleno de sueños y ambiciones, se enfrenta a la dura realidad de la vida, la premisa de querer hacerse millonario en un tiempo limitado es, en sí misma, un reflejo de la presión que muchos sentimos en nuestra sociedad actual.

Actualmente vivimos en un mundo donde el éxito se mide a menudo en términos de riqueza material, y la película aborda esta temática de una manera que me hizo cuestionar mis propias prioridades, a veces los sentimientos y el compartir en familia quedan en segundo plano, hasta que la misma vida nos recuerda cuan importante es.

A medida que avanzaba la historia pude constatar que el verdadero valor de la vida no radica en la cantidad de dinero que uno posee, sino en las relaciones que construimos y en los momentos que compartimos con nuestros seres queridos.

Durante el desarrollo de la película la figura de la abuela es central en la narrativa, y su relación con el protagonista es conmovedora, mediante sus interacciones, se revela un amor incondicional que trasciende el tiempo y las circunstancias, este aspecto me hizo reflexionar sobre la importancia de valorar a nuestros seres queridos mientras aún están con nosotros, en lugar de esperar a que sea demasiado tarde.

La película también toca el tema de la ambición y la búsqueda de la felicidad, ya que el protagonista, en su afán por hacerse rico, se encuentra atrapado en un ciclo de decisiones apresuradas y, a menudo, poco éticas,esto me llevó a pensar en mis propias aspiraciones y en cómo, a veces, la presión por alcanzar el éxito puede nublar nuestro juicio.

Casi siempre la búsqueda de la riqueza puede llevarnos a perder de vista lo que realmente importa: la felicidad, la salud y el bienestar de quienes amamos.

No es menor importante acotar que uno de los momentos más emotivos de la película es cuando el protagonista se da cuenta de que su abuela no necesita que él se haga millonario para sentirse orgullosa de él, este descubrimiento es un punto de reflexión porque a menudo, nos sentimos presionados a cumplir con las expectativas de los demás, pero la verdad es que el amor y el apoyo incondicional son los mayores tesoros que podemos ofrecer y recibir.

La película también aborda la idea de la muerte y cómo esta nos impulsa a actuar, la inminente pérdida de la abuela se convierte en un catalizador para que el protagonista reevalúe su vida y sus decisiones, y en este punto uno reflexiona en cómo, a veces, necesitamos enfrentar la realidad de la mortalidad para apreciar verdaderamente la vida.

Pese a qué la muerte, aunque dolorosa, puede ser un recordatorio poderoso de la fragilidad de la existencia y de la importancia de vivir plenamente cada día.