¿Cómo envío mi manuscrito a evaluación a una editorial tradicional?

in Soloescribe21 days ago

Este texto va dedicado en específico a escritores que hoy, solo utilizan lo más básico del procesador de textos común, o sea, Microsoft Word para teclear sus textos, aunque muchos hayan cambiado ya a Scrivener o LibreOffice, pero no saben la estela de problemas que dejan para editores, diagramadores y correctores. Sin embargo, además de los incovenientes que aportan a las personas que intervienen en el texto, suceden también una serie de errores de los más comunes y variopintos en la presentación de sus manuscritos a la editorial.

Lo aquí comentado, proviene de mi experiencia particular como editor, corrector y diagramador, por lo que sobre la información que reuní en varios sitios donde se refieren errores más comunes, expongo algunas sugerencias al proceso que deberán enfrentar a la hora de enviar su manuscrito.

Vayamos por orden, o sea desde los errores más ­comunes hasta el momento de enviar el manuscrito a una editorial tradicional (excluyo las de autopublicación porque son otro cantar); faltas que no se solucionan o discuten con el editor y cómo este debería enviarte el texto para su revisión; deslices que pueden solucionarse antes de enviar tu manuscrito finalmente al diagramador, y las soluciones que puedes conseguir sin tener que apoyarte en nadie con conocimientos técnicos al respecto.

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¿De qué me hablas?

Es usual que terminemos de escribir nuestro texto, tecleemos el punto final, guardemos el documento y listo, ahora sí a enviárselo a cualquier editorial, pues no, ya que existen pasos intermedios que te has violado en su totalidad.

Por ejemplo, dos de los errores más comunes en cuanto al uso del software son:

  • Si tu preferido en la práctica de la escritura es Microsoft Word, deberás sí o sí tener cuidado durante la revisión, pues suelen irse doble espacios entre palabras, rayas de diálogo mal utilizadas, expresiones o palabras demasiado repetidas –y sí, en muchos casos, este tipo de problemas los resuelve el editor o el editor-corrector– o una mala distribución de párrafos y cursivas, aunque lo que considero el mayor yerro de todos es que tu obra se concentre toda en un mismo archivo, ya que de afectarse en parte o en su totalidad, perderás todo lo que has trabajado, para ello, sugiero hacerlo en archivos distintos y numerados, de modo que tanto el autor como la persona que intervenga en el texto después, pueda guiarse de manera coherente.

  • Mismo caso si utilizas Scrivener, o LibreOffice, pero a diferencia de Word estos suelen tener marcas ocultas que sí o sí debes evitar cuando exportes tus documentos agrupados o separados.

¿Errores? ¿Manuscrito?

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Veamos, antes de enviar tu manuscrito (cuya mejor denominación sería borrador ya que se hace con ayuda de un ordenador y no a mano), intenta evitar estos errores.

  • No has revisado en su totalidad la ortografía del documento, quedándote con un exceso de ­adverbios, queísmos, laísmos (necesarios pero exagerado en ocasiones), tan confiado en el corrector automático de Microsoft Word, que lo consideras suficiente trabajo, porque ya escribirlo todo es bastante.

  • Más allá de lo que has escrito (tarea encomiable y de reconocer), en ocasiones puedes olvidar que aunque donde vivas no exista una norma editorial centralizada y que cada editorial tiene su propia guía de estilo, hay reglas ortográficas y ortotipográficas comunes.

  • Has incursionado en aquello de las cursivas, distinta tipografía o adornos en el título, solo porque “se ve más bonito”, lo cual provoca una tarea extra para quienes trabajarán con tu texto.

  • Has escrito todo con una tipografía (con demasiada serifa o "adornos") demasiado desajustada que dificulta comprender tu trabajo en su totalidad (mismo caso con las cursivas, títulos, subtítulos, y epígrafes).

  • El documento tiene muchísimas líneas huérfanas (las que quedan solas al final de una página) y viudas (las que quedan solas al principio de una página). Se han quedado un montón de palabras con doble espacio, o espacios intermedios.

  • Utilizas guion en vez de raya para los diálogos y deberás sustituirlo (muchos no estarían de acuerdo, por ello remito a revisar la norma del lugar donde publicarás).

  • Los párrafos están separados por un espacio entre ellos (pero esto dependerá de lo que decida la editorial, y en ocasiones del volumen mismo del libro), a mí en lo particular no me parece elegante, pero cada quien como lo entienda.

  • Terminas una página, capítulo, o epígrafe, y para ganar espacio, te obsesionas con hacer clic sobre la tecla Enter (Return) una y otra vez… NO, esto solo provoca tener que resolverlo más adelante, y es un dolor de cabeza.

  • Los espacios en blanco, el mal uso del interlineado, la mala vinculación (si es un documento que necesita navegabilidad, aunque ello va más dirigido a estudiantes, académicos y científicos) provoca errores que en ocasiones, precisan destruir el documento para rehacerlo. El copia y pega, es una práctica común que puede generar aún más problemas.

  • No enviar el texto terminado a alguien dedicado a la actividad editorial para que haga la corrección necesaria, no solo ortográfica y ortotipográfica, también de estilo, antes de enviarlo. Sí, en algunos casos tendrás que pagarlo (aunque sea a plazos), pero si quieres algo bien hecho, hay que gastar dinero para generar dinero, o en el mejor de los casos, al menos aplicar la fórmula de la toma y daca.

  • No registrar tu obra, esto último podría parecer innecesario, en particular si uno considera que una vez publicado el libro con una editorial tradicional (e incluso de autopublicación) ya está protegido por su ISBN. El registro no es para protegerse de la editorial, es para garantizar que es un producto original irrefutabe, que pertenece a ti en particular, y ello además garantizará tus derechos de autor.

  • No seleccionar adecuadamente, la editorial, revista o publicación a la que vas a enviar tu manuscrito, en especial si en su página web especifican que no aceptan trabajos no solicitados.

  • No hacer una buena propuesta editorial, que sí o sí, vas a necesitar, porque definitivamente es lo que venderá tu texto e interesará a los editores respecto a lo que haces.

  • Tu proyecto no tiene sinopsis ni indica el género en la que se inscribe tu obra, asimismo adolece de datos que resultarán imprescindibles a quienes evalúan.

  • Escribir un correo electrónico, con solo tu dirección y el adjunto, pero sin presentarte (cosa que debería estar solucionada con la propuesta editorial), aunque no está de más que hables un poco fuera de ella, en la caja de mensaje del correo electrónico.

  • Adjuntar un currículo totalmente fuera de lugar, recuerda que es para una editorial, no estás buscando empleo. Lo sé, parece increíble, pero hay quien todavía lo hace.

  • Apurar al editor, al diagramador y al corrector de planas (muchas veces son la misma persona). Un libro lleva trabajo, no puedes apurar ni presionar, porque una vez que te han aceptado tu texto, debes darle el tiempo necesario, las prisas siempre traen más errores de los que hayas eliminado.

  • Creer que lo que publicas producirá unos dividendos increíbles para vivir de ello.

Otros consejos antes de entregar el manuscrito

  • No escribas cursivas a lo loco en el título ni el texto, a menos que estas tengan una intención específica. Lo más aconsejable es que todo, a diferencia de su puntaje, tenga la misma tipografía.

  • Las tablas que utilices, que no sean copiadas y pegadas de otros sitios, para los diagramadores es un incordio rehacer toda la estructura de las tablas que se hayan introducido en el texto de esta forma, y eres el máximo responsable de lo que quieres transmitir con ellas. Si esto no fuera suficiente, ponlas en un documento aparte y referencias en el texto entre paréntesis como: Aquí va la tabla 1. Título de la tabla. Recuerda, aun si parece una tontería, Tablas y Figuras no son las mismas cosas.

  • Las imágenes de tu libro deben tener una cantidad necesaria de píxeles, a partir de 300 dpi, no uses imágenes viejas porque siempre se ven mal, sobre todo si es un libro en blanco y negro, resultan un manchón en medio de la página, ahora hay programas y aplicaciones que te permiten recomponer estas imágenes con mejor nitidez (Remini, Photomyne, Restore, todas descargables de playstore).

  • Tus imágenes deben siempre mirar hacia dentro, de lo contario no tendría sentido, o sea, la imagen de la página impar enfrentada a la de la página par, y viceversa.

  • Evita las huérfanas y viudas con un procedimiento muy sencillo si trabajas en Word. Busca la pestaña Inicio, ve al menú de párrafo (verás que se divide en dos pestañas interiores: Sangría y espacios y Líneas y saltos de página), allí en la segunda verás la opción de evitar viudas y huérfanas. Más abajo, también encontrarás la opción de no dividir con guiones.

  • No hagas espacios a lo loco, utiliza mejor el símbolo de carácter no imprimible o calderón (¶), lo tienes justo en la pestaña de inicio, submenú párrafo. Eso indicará los espacios en blanco entre palabras, párrafo y párrafo, e incluso podrás reconocer las páginas mal divididas y que muchas veces hacen que el documento se altere sin que puedas encontrar dónde ni por qué.

  • Revisa las normas de presentación de manuscritos de la Editorial en cuestión donde quieras enviar. Guíate paso a paso y acata cada uno de los ­requisitos, lo que dice mucho del autor a la hora de evaluar. Incluso, puede que no lleguen a valorar tu obra por no cumplirlos.

No tengo idea de cómo se hace una propuesta editorial

No es algo de lo que debas preocuparte. Busqué mucho en la red, y suerte de la perseverancia, llegué a construir este ejemplo. Es usual que todo el mundo te aconseje que lo hagas, pero nadie te dice cómo hacerlo, aquí lo tienes, gracias al blog de Cecilia García Díaz (aunque no encontrarás directamente el hipervínculo que diriga hasta ella, pues la hallé hace muchos años, te dejo el enlace para que puedas ver al menos que esta fue su primera novela). Por favor, ten en cuenta que es solo un ejemplo y que como la misma autora menciona, tal vez habría que ir a repasar los consejos de Stephen King en Mientras escribo.

Verás todo en cursiva, para diferenciarlo del resto del texto y puedas fijarte.

Estimado editor/a,

Me dirijo a usted con intención de presentarle mi novela ‘Araneida, la fortaleza de los deseos’ para su posible publicación. El libro se inscribe dentro del género de fantasía, aunque tiene notas de ciencia ficción y terror, así como referencias a cuentos clásicos. La novela posee un estilo de escritura muy visual y personal, que se inspira en el mundo del cómic y las ficciones televisivas, y trata de rendir homenaje a autores como Stephen King o Neil Gaiman, cuyas obras me han influenciado.

Sinopsis

¿Pueden los deseos llegar a convertirse en obsesiones? ¿Hasta qué punto lo que anhelamos puede convertirse en nuestra ruina moral y personal? Estas son las cuestiones que vertebran ‘Araneida, la fortaleza de los deseos’, una novela que, bajo la apariencia de historia fantástica, posee un trasfondo psicológico que nos hace cuestionarnos qué necesita el ser humano para ser feliz.

A través de la búsqueda de Ulsur, un muchacho que fue entregado por su madre a la bruja Calema cuando era un bebé a cambio de conocer el camino de Araneida, la historia ahonda en cuestiones como las relaciones paterno-filiales, la amistad, el amor, la confianza, los remordimientos y la soledad. Desde tres puntos de vista diferenciados, que constituyen las distintas partes del libro (“Ulsur”, “Farel y Ereine” y “Blanca”), se narran historias que tienen como tema central la persecución de un deseo que se convierte en obsesión y las distintas formas de hacer frente al conflicto.

Araneida, como metáfora del lugar donde se hallan las respuestas que anhelan los personajes, es una antesala con paredes de espejos donde flotan cientos, miles de trajes, esperando que alguien los vista. Los trajes son las manifestaciones físicas de los deseos que mueven emociones como el odio o la venganza. El que llegue a Araneida podrá encontrar las respuestas que tanto ansía, aunque no siempre depararán lo que uno espera. En Araneida habita Alannie, una niña-diosa que lleva en sus manos un corazón sangrante. Qué hay más allá de la antesala de Araneida y quién podrá traspasar el umbral y llegar al otro lado son algunas de las preguntas que se plantean en la narración y que los personajes deberán responder por sí mismos.

La novela, a modo de muñecas rusas, intercala historias dentro de historias, a través de las cuales se conocen detalles sobre Araneida y sus peligros, así como sobre el pasado de los personajes y sus motivaciones. Asimismo, mediante estos relatos se rinde homenaje al género de aventura, con episodios como “La Espiral”, que cuenta el robo de un manuscrito ritual en una formidable biblioteca; a los relatos fantásticos clásicos con la historia de Uma, una niña poco agraciada físicamente que desea ser hermosa, y a la fantasía épica medieval en “Farel y Ereine”, la segunda parte del libro, con historias de conspiraciones palaciegas, muerte, venganza y pasiones mal encauzadas.

‘Araneida, la fortaleza de los deseos’, aunque esencialmente es una novela de fantasía, posee elementos de ciencia ficción y terror. Los mundos paralelos del Borde, viajes en el tiempo, cementerios, mausoleos con entradas secretas, reyes, príncipes y brujas cambiantes, cuyas manos se estiran como sombras que cercenan la realidad, se combinan en una historia que, al mismo tiempo, son muchas. Un conjunto de narraciones fantásticas cuyo nexo de unión es la vida de Ulsur, el protagonista: su infancia, pasado y presente. Junto a él, otros personajes como su mentor y viajero del Borde, Edward Harris, y Blanca, escritora primeriza de novelas de terror, que se convertirá en protagonista de una historia que supera todo lo que había imaginado.

‘Araneida, la fortaleza de los deseos’ pretende ahondar en las emociones de los personajes y sus conflictos internos a través de imágenes alegóricas y una simbología que nace de la literatura fantástica universal, buscando siempre la acción y el entretenimiento.

Autora

Mi nombre es Cecilia García Díaz y ‘Araneida, la fortaleza de los deseos’ es mi primera novela. Soy periodista y autora del blog A ver series que, en un año y medio de vida, ha obtenido más de 130.000 visitas, con un promedio de 10.000 páginas vistas al mes, alrededor de 700 comentarios y numerosas menciones en blogs de referencia como ‘¡Vaya Tele!’. Mi cuenta en Twitter (Cecilia García @CeciliaGDiaz) tiene actualmente 1.190 followers, y mi reputación en Klout es de 53. Además, he trabajado más de diez años como responsable de Gabinete de Prensa y tengo contacto con los medios de comunicación a fines de promoción.

La escritura ha sido mi pasión desde niña, y he escrito multitud de cuentos, poemas y microrrelatos, aunque casi nunca los he presentado a certámenes. Este es mi primer proyecto de envergadura, y la primera vez que, desde mi punto de vista, he alcanzado el valor literario necesario para publicar. El éxito del blog y los comentarios de los lectores sobre la emoción que les transmito con mis artículos me han dado el impulso definitivo que necesitaba. También creo que ahora he conseguido una cierta madurez como escritora que antes no tenía. Actualmente, estoy empezando a escribir mi segunda novela.

Target

He mencionado el blog en cuanto a la publicación de la novela porque la comunidad creada en torno a él es el mismo target objetivo al que puede dirigirse ‘Araneida, la fortaleza de los deseos’. Un público que, además de consumir series de ficción de calidad como ‘Juego de Tronos’ o ‘Breaking Bad’, en el campo de la literatura está interesado en la fantasía y las nuevas fórmulas de hibridación de géneros como la novela que le presento, y que busca ese toque personal de autor y originalidad en el estilo narrativo y tramas.

El éxito del género fantástico y de terror en televisión con series como ‘Juego de Tronos’, ‘The Walking Dead’ o ‘Once Upon a Time’, ha revitalizado también el campo de la literatura, por no mencionar el fenómeno de masas que ha supuesto la saga de George R. R. Martin ‘Canción de hielo y fuego’. Estos lectores (cuya edad oscila entre los 18 y los 45 años), están ávidos de una literatura más profunda y compleja, que aúne la hibridación de géneros, el entretenimiento y que ahonde en la psicología de los personajes.

Esto es lo que yo he perseguido en ‘Araneida, la fortaleza de los deseos’: combinar los elementos de los géneros que me apasionan de una forma entretenida y escribir personajes veraces con trasfondo psicológico, evitando los clichés pero haciendo alusiones y referencias reconocibles para el público, sobre todo en la primera y segunda parte del libro. En la tercera parte he querido dar un toque contemporáneo, con los personajes que hemos conocido en un entorno fantástico trasladados al mundo real, para enfrentarlos con elementos sobrenaturales que surgen entre lo cotidiano, como tan bien hace Stephen King.

Promoción

Tal como he mencionado, la vinculación con el target específico a través de las redes sociales y la blogosfera facilitaría las labores promocionales. Además de escribir, soy periodista, y tengo amplia experiencia en el terreno de la comunicación y difusión de contenidos, así como una buena base de datos de medios.

Por todo ello, creo que la publicación de ‘La fortaleza de los deseos’ podría encajar en su línea editorial, con una promoción adecuada en la que participaría activamente. Los libros de autores como Carlos Sisí o Laura Gallego han funcionado muy bien entre el público al que me refiero, una comunidad que conozco en profundidad y con la que estoy en contacto diariamente a través de las redes sociales, pero que exige, cada vez más, una apuesta editorial por la calidad y por una profundidad psicológica de los personajes, llena de matices y claroscuros, tal como sucede en los libros de George R. R. Martin o en las ficciones televisivas que están viviendo su edad dorada. Mi libro sigue esa senda: la del entretenimiento, pero sin olvidar que lo más importante son las historias de vidas y la empatía que experimenta el lector.

Gracias por su atención y un cordial saludo,

Cecilia García

Datos personales

Cecilia García Díaz

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Twitter: @CeciliaGDiaz

Dirección:

A modo de conclusiones

Si llegaste hasta aquí, es porque realmente necesitabas leerlo, y estoy más que agradecido. Espero haber ayudado en algo, y créeme, siempre deseo que la mucha buena suerte te acompañe.

Recuerda, esta guía, no es una fórmula mágica a seguir ni significa que todas las editoriales aceptarán tu manuscrito. Nada de eso. Lo que más vale y pesa en el rechazo o aceptación del manuscrito, es el contenido de la obra.

Esto es todo por ahora, espero actualizar con otros temas muy pronto. Hasta entonces, como decía un antiguo programa televisivo Prismas: Que la mucha buena suerte los acompañe.

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