La masquerada del corazón.
En el corazón de Valtoria, lugar donde las máscaras brillaban ocultando rostros reales, un artesano llamado Terrence vivía de su arte, obsesionado por crear la máscara perfecta. Su taller ubicado en un callejón estrecho, era el lugar donde la fantasía y la realidad se mezclaban dando falsas alegrías a quienes allí acudían.
En uno de sus tantos encargos una nota en papel perfumado, notoriamente era letra femenina y allí detalladamente se hallaban los rasgos que la máscara debería de tener, sostuvo el papel en sus manos mientras tan sutil aroma ingresaba por su nariz envolviendolo en la más perfecta concentración.
Una sonrisa suave y delicada, ojos con brillantes de color gris, unas cuantas pecas en las mejillas para dar énfasis a la dulzura de quien la porte, tonos rosa pálido en la mejillas, pestañas largas no tan abundantes, labios delicados siguiendo el tono del jugoso durazno. Leía así las indicaciones el artesano de máscaras, cada día alguien llegaba con un papel en su mano, rasgos y colores venían anotados para que el trabajo fuese perfecto, pero este era diferente.
La máscara en sus manos se veía tan perfecta que su creador obnubilado no cesaba de observarla, imagina una voz tan dulce como eran las facciones, prendado en un amor iluso, un amor sin sentido hacia un objeto qué fue creado por sus propias y hábiles manos, sin darse cuenta, sus labios resecos se posaron en los labios recién pintados de su hermosa y perfecta obra de arte.
Sus ojos perdidos en la máscara ya terminada, era la primera vez que esto le pasaba y el amor hacia la máscara sobrepasaba la realidad existente, sin darse cuenta comenzó a llamarla Sarah y en un impulso de locura nuevamente besaba a lo que el artesano veía como una delicada y real dama.
La tarde caía con sus tonos dorados del otoño entrante y en medio de una danza de hojas otoñales la puerta fue tocada interrumpiendo el idilio entre artesano y máscara, allí tras la puerta una voz algo tosca llamaba al hombre exigiendo ya su encargo, abrió la puerta y al ver la figura que allí estaba se rehusó en absoluto a entregar lo que allí reclamaban.
Una figura tan grotesca no podría usar su arte, una mujer tan horrenda no podría usar el rostro de su amada, manos y pies hinchados y el pelo descuidado, la mujer iracunda, le dio una bofetada y sin permiso alguno ingresó en la morada, allí en la mesa la máscara aguardando a la dama quien debía usarla, aquellas manos la tomaron y el artesano destruido por dentro veía como el rostro de su amada se desvanecía al igual como se desvanecía la tarde.
La desolación lo invadió sin remedio, sintió entonces que su don se había perdido la misma tarde en que el rostro de su inexistente amada se había ido, semanas y semanas transcurrieron, en el papel aún anotados los rasgos de su amada y para su desgracia, no pudo volver a replicarla.
¿Cómo cambiarla? Se preguntaba ¿cómo cambiar de amor tan rápido? Y sumido en sus pesares siguió avanzando en los días hasta volverse meses de extraña soledad.
El inverno blanco ya presente llegó sin ser notado, un golpe a la puerta del artesano interrumpió la lúgubre soledad en la que estaba viviendo, abrió la puerta con la mirada baja, solo veía un par de botas femeninas, se veían delicadas, una capa azul casi tocando el piso y una voz dulce como la miel recién sacada.
Alzó la mirada y allí como magia el rostro de su amada, esos ojos grises y brillantes, unas cuantas pecas en las mejillas de un delicado tono rosa pálido, las pestañas largas no tan abundantes y los labios de un jugoso color durazno.
Frotó sus ojos sin poder creerlo, tras la joven la dama poco agraciada esta vez más calmada, la doncella de la joven quien estaba delante del hombre que aún no pronunciaba palabra, sus manos temblorosas queriendo abrazarla pero aún sentía que era un espejismo, uno que había vivido en numerosas ocasiones desde haberla perdido.
–Disculpe usted señor artesano, podría una vez más recrear mi rostro– pronunció aquella joven con un tono de voz asemejando a un ángel.
–Todos compran máscaras para no enseñar su rostro, quizás por inseguridades o simplemente para cambiar, yo uso mi propia máscara porque dígame usted señor artesano ¿quién diría que bajo mi máscara se esconde mi verdadero rostro?– musitó aquella jovencita observando a los ojos del artesano.
Comprendió entonces el hombre que las apariencias no son todo lo importante, que un rostro bello no refleja lo que hay dentro, la mujer que un vez le había parecido tan grotesca mientras esperaba a la joven jugaba con los copos de nieve que caían, un error en su vida había sido amar solo a lo bello sin darse cuenta de que su actitud a él lo volvía horrendo.
Sonrió entonces a la joven y aceptó volver a crear su máscara, el papel en sus manos con las mismas especificaciones, la joven dio la vuelta y se tomó del brazo de su doncella, ambas sonreían mientras los copos de nieve caían sobre ambas como si éstos danzaran entre dos perfectas y angelicales damas.
English
The Masquerade of the Heart.
In the heart of Valtoria, a place where masks glittered hiding real faces, an artisan named Terrence lived from his art, obsessed with creating the perfect mask. His workshop, located in a narrow alley, was the place where fantasy and reality mingled, giving false joys to those who went there.
In one of his many orders a note on perfumed paper, notoriously it was feminine handwriting and there in detail were the features that the mask should have, he held the paper in his hands while such a subtle aroma entered through his nose enveloping him in the most perfect concentration.
A soft and delicate smile, eyes with shining gray color, a few freckles on the cheeks to emphasize the sweetness of the wearer, pale pink tones on the cheeks, long eyelashes not so abundant, delicate lips following the tone of juicy peach. Every day someone arrived with a piece of paper in his hand, features and colors were written down so that the work would be perfect, but this one was different.
The mask in his hands looked so perfect that its creator, dazzled, kept looking at it, imagining a voice as sweet as the features, caught in an illusory love, a senseless love for an object that was created by his own skillful hands, without realizing it, his parched lips rested on the freshly painted lips of his beautiful and perfect work of art.
His eyes lost in the finished mask, it was the first time this happened to him and the love for the mask surpassed the existing reality, without realizing it, he began to call her Sarah and in an impulse of madness he kissed again what the artisan saw as a delicate and real lady.
The afternoon was falling with its golden tones of the incoming autumn and in the middle of a dance of autumn leaves the door was knocked interrupting the idyll between craftsman and mask, there behind the door a somewhat coarse voice called the man demanding his order, he opened the door and when he saw the figure that was there he absolutely refused to deliver what was demanded there.
A figure so grotesque could not use his art, a woman so hideous could not use the face of his beloved, hands and feet swollen and hair unkempt, the angry woman slapped him and without permission entered the house, there on the table the mask awaiting the lady who should use it, those hands took it and the craftsman destroyed inside saw how the face of his beloved faded as the afternoon faded.
Desolation invaded him without remedy, he felt then that his gift had been lost the same afternoon that the face of his non-existent beloved was gone, weeks and weeks passed, on the paper still noted the features of his beloved and to his misfortune, he could not replicate it again.
How to change her? He wondered how to change his love so quickly? And immersed in his sorrows he continued to advance in the days until they became months of strange loneliness.
The white winter already present arrived unnoticed, a knock at the door of the craftsman interrupted the gloomy solitude in which he was living, he opened the door with his eyes down, he only saw a pair of feminine boots, they looked delicate, a blue cloak almost touching the floor and a sweet voice like freshly drawn honey.
He looked up and there like magic was the face of his beloved, those bright gray eyes, a few freckles on the cheeks of a delicate pale pink shade, long eyelashes not so abundant and lips of a juicy peach color.
He rubbed his eyes in disbelief, behind the young lady the ungraceful lady this time calmer, the young lady's maid who stood before the man who still did not utter a word, his trembling hands wanting to embrace her but he still felt it was a mirage, one he had lived through numerous times since losing her.
-Excuse me, Mr. craftsman, could you once again recreate my face," said the young woman with a tone of voice resembling an angel.
-Everyone buys masks so as not to show their face, perhaps because of insecurities or simply to change, I use my own mask because tell me, Mr. craftsman, who would say that under my mask hides my true face," mused the young girl looking into the eyes of the craftsman.
Then the man understood that appearances are not all important, that a beautiful face does not reflect what is inside, the woman who had once seemed so grotesque while waiting for the young woman played with the falling snowflakes, a mistake in his life had been to love only the beautiful without realizing that her attitude to him made him hideous.
He then smiled at the young woman and agreed to recreate his mask, the paper in his hands with the same specifications, the young woman turned around and took the arm of her maid, both smiled as the snowflakes fell on both as if they were dancing between two perfect and angelic ladies.
@soloescribe nos lleva a una nueva semana de creaciones, semana número #11 de su concurso de en donde esta vez nos inspiraremos en La máscara qué guardas solo para ti, todos tenemos una máscara especial ¿Cuál es la tuya?
@soloescribe takes us to a new week of creations, week #11 of its contest where this time we will be inspired by The mask you keep just for you, we all have a special mask, what's yours?
Gracias al amigo @emiliorios por su grata invitación y de paso aprovecho de invitar a las amigas @annafenix y @vezo.
Thanks to my friend @emiliorios for his nice invitation and by the way I take the opportunity to invite my friends @annafenix and @vezo.