Hola a todos, les comparto mi participación. Espero que les guste:
Carola veía pasar frente a sus ojos su mayor ilusión, ser parte del grupo de garotas que amenizaría el cierre de carnavales en su ciudad natal, pero no tenía un traje apropiado, el presupuesto del grupo de danzas no pudo apoyar ese año a las bailarinas y la condición para participar en la octavita, era que cada una de ellas costeara su indumentaria.
— ¿De dónde iba a sacar dinero para comprar un traje así? Llevaba muchos detalles hacerlo, y tampoco tenía dinero suficiente para comprar materiales, —pensaba la chica para sus adentros.
Se concentró en lamentar su frustración bajo un árbol del parquecito cercano a la academia de danza, cuando una sombra a sus pies le hizo levantar la mirada. Allí estaba Daniel, su mejor amigo, quien desde muy niños le acompañaba en todas sus travesuras, y también en los buenos y malos momentos. Extendió su mano, y ella se levantó, la abrazó muy fuerte reparando gran parte de los pedacitos rotos dentro de ella, pero sus lágrimas seguían rodando por sus mejillas. Él le dijo:
— ¿Qué pasó, pequeña? ¿Dónde está mi valiente guerrera? ¡No todo está perdido, algo se nos ocurrirá!
— ¿Pero qué? Sólo quedan dos días y no hay nada qué hacer, no tengo traje. Después de haber ensayado este baile por tanto tiempo, la academia ahora nos dice que no puede financiar los trajes, —le decía Carola con la voz cortada por el llanto.
Ese mismo día, Daniel comenzó la tarea de hablarles a sus amigos y vecinos y les planteó la situación. Nadie podía ayudarlos a conseguir un traje, pero si podían intentar confeccionar uno. Todos revisaron cosas guardadas y juntaron lo que les podría servir para hacerle el traje a Carola, desde telas brillantes hasta adornos, fue una mágica recopilación de material reutilizable. Pasaron dos días escondidos en la casa de una vecina que era costurera, y Carola no tenía idea de lo que estaban haciendo.
El sábado en la mañana, decidió quedarse en la cama, no tenía ánimos de levantarse, pero Daniel fue a buscarla e insistió en que salieran un momento. Cuando la llevó a la casa donde habían estado esos últimos días, y Carola vio ante sus ojos un hermoso traje azul con lentejuelas, lloró de la emoción, no podía creerlo.
Todos los que colaboraron en aquel sueño, la acompañaron a la Octavita de Carnaval, y ella bailó tan emocionada que los aplausos se hicieron sentir. Pero lo que más sorprendió a todos fue el abrazo intenso que ella y Daniel se dieron, sellando aquel sentimiento con un beso en los labios que habían anhelado desde niños.
Ana Rivero (annafenix)
Tengo el placer de invitar a mis amigas @issymarie2 y @beaescribe.