Tanta historia, tantas huellas que redescubrir, tantas generaciones que suceden...
Y llegas tú, sabiamente con tus hijos acompañándote en la travesía...
Y somos nosotros quienes agradecemos entonces por este viaje al que nos traes, aplaudimos, nos secamos el sudor y continuamos con el deseo de más, porque así lo sentimos, se avecinan nuevos viajes.
¡Gracias por compartir lo exquisito de cada lugar!