Delicado tema, la informalidad. Hasta que punto es correcto evadir la reglamentación de ley, hasta que punto debemos aceptar las crecientes limitaciones de libertad e incrementos impositivos.
Cuando comencé a trabajar, conocí el impuesto sobre la renta, la patente de la alcaldía y el impuesto al alcohol.
Con el tiempo surgió el iva, el impuesto al débito bancario, la tasa de turismo, la revalorización de mercado contraria a la depreciación y otros, sin contar la devaluación y las comisiones por tarjetas y operaciones digitales.
¿Hasta dónde llegará el sobrepeso del Estado?
Compra dónde te convenga y dicte tu conciencia.
Salud.