Es raro encontrarse un pequeño caballo en la calle. Cuando Alicia entro en la casa ya yo sabía que traía alguna pequeña mascota. Como cada tarde salia al jardín a jugar y alguna mascota se le pegaba a las faldas. Siempre terminábamos o llevando la mascota a su casa si tenia identificación o a la sociedad protectora de animales que ya nos conocían por el récord de recuperación y protección de mascotas desvalidas.
Entro en la casa con su consabido; puedo quedármelo mami. Lo que yo no esperaba era que fuera un pequeño caballo.
Alicia vivía como su nombre del cuento en un mundo aparte. Creía que debía salvar a todos los animales que se encontraba en la calle. El pequeño era hermoso en verdad y alguien debía estarlo buscando. Le colocamos agua y un poco de comida para perros, no teníamos otra cosa, agregamos zanahorias.
Avise a las autoridades y a la sociedad protectora que dijo no tener espacio para este pequeño amigo y que estarían pendientes si aparecían los dueños.
Seguían pasando los días y luego las semanas y no aparecían los dueños. Alicia termino por colocarle por nombre blanquillo.
Solo entendí que se había cumplido su deseo de cumpleaños cuando blanquillo cumplió un año en casa. Se volvió su compañero inseparable.
Pronto aparecería una pequeña en el jardín buscándolo, había estado muy enferma y sus padres habían permanecido a su lado durante ese tiempo y no habían buscado a su mascota. Al recuperarse y regresar a la casa lo busco por todos lados. Por fin las autoridades le indicaron a sus padres donde se encontraba y que una dulce niña lo había cuidado todo este tiempo.
English version
Blanquillo, the little pony
It's rare to find a small horse in the street. When Alicia came into the house, I already knew she had a small pet with her. Like every afternoon, she went out to the garden to play, and some pet would cling to her skirts. We always ended up either taking the pet home if it had identification or to the animal shelter, which already knew us for our record of rescuing and protecting helpless pets.
She came into the house with her usual question: "Can I keep it, Mommy?" What I didn't expect was that it would be a small horse.
Alicia, like her name in the story, lived in a world of her own. She believed she had to save every animal she found in the street. The little one was truly beautiful, and someone must be looking for it. We gave it water and some dog food—we didn't have anything else—and added carrots.
I notified the authorities and the animal shelter, who said they didn't have room for this little friend and that they would keep an eye out if the owners appeared.
Days passed, then weeks, and the owners didn't show up. Alicia ended up naming him Blanquillo (Little White One).
I only understood that her birthday wish had come true when Blanquillo turned one year old at home. He became her inseparable companion.
Soon, a little girl appeared in the garden looking for him. She had been very sick, and her parents had stayed by her side during that time and hadn't looked for their pet. When she recovered and returned home, she searched everywhere for him. Finally, the authorities told her parents where he was and that a sweet little girl had been taking care of him all this time.
Esta es mi participación en el concurso A Picture is Worth a Thousand Words
This is my entry in the contest A Picture is Worth a Thousand Words
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