A veces, los que más quieren causar risas en las personas, son los que más sienten que las necesitan. Eso es algo que leí alguna vez en la biografía de un comediante, que resulta que durante su vida adulta mostraba tener rasgos que hacen pensar que sufría de algún grado de depresión.
No siempre es así, pero es para pensarlo. Como dicen: ‘Caras vemos, corazones no sabemos’, y ‘La procesión va por dentro’.
Por cierto, eso de las películas de terror con payasos, pues sí que meten miedo. Y recuerdo que cuando se estrenó en los 90 la miniserie de terror "It", basada en la novela de Stephen King, el personaje del payaso se convirtió en fuente de miedo muy fuerte.
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