Pront: No es mi jurisdicción.

Normalmente, tanto en el trabajo, como en la vida familiar y cotidiana, yo suelo tener la costumbre de ayudar a la gente y de apoyar a las personas que necesitan ayuda. Siempre ha sido así, y si reviso, que veo que esa situación se debe a un proceso de educación y a una decisión personal.

Muchas veces, sobre todo cuando voy en el metro o en el transporte público, suelo darle el puesto a las personas mayores, a las mujeres embarazadas, a personas con discapacidad, y a personas que se ve que necesitan sentarse. Y cuando recuerdo mi niñez, me recuerdo a mi tía, diciéndome en un carro público, que los hombres, debíamos darle el puesto a las mujeres y que siempre debíamos apoyar a la gente que lo necesitara.

Lo mismo, ocurría con mi mamá, y con mi abuela, así que está muy marcado en mí, ese proceso de ayudar y ser servicial, como parte de una norma educativa y cultural que viene, desde mi infancia. Pero, después de adulto, sigo siendo así, solo que ahora, por convicción personal, y de verdad, ayuda a asentirse bien, actuar de esa manera en un mundo cada vez más deshumanizado.

Sin embargo, como adulto, me han pasado situaciones desagradables, por apoyar a las demás personas, y uno de los casos más desagradables, me ocurrió trabajando para el gobierno. Y la situación se presentó, cuando designaron a una nueva directora operativa, en mi área de trabajo, y ella estaba perdida con los procedimientos, que se realizaban, y era algo normal, ya que apenas estaba asumiendo el cargo.

Y al ver, que nadie de operaciones la apoyaba, decidí ir a ayudarla, y explicarle, la forma en que se hacían los procedimientos, la asignación de actas y procesos de inspección, y los procedimientos administrativos. Pero después de terminar de explicarle, fui llamado a la oficina del director general, que me reclamó, de manera muy fuerte, el hecho de haber ayudado a la nueva directora.

Y terminó diciéndome, que la ayuda, y la formación del personal: “No era un proceso que estaba bajo mi jurisdicción” y después me corrió de su oficina. Y la razón, era que la nueva directora, venía de otro grupo político, que aunque era parte del sistema de gobierno, estaban enfrentados al grupo político al que pertenecía el director general.

Así, que uno termina aprendiendo que, en esta sociedad dividida, competitiva y medio deshumanizada, hasta el ser cortes y educado, puede crear espacios de conflictos en ciertos grupos. Pero a pesar de eso, uno no puede dejar de ser como es, para seguir las líneas de los demás.

Muchas gracias, por leerme.

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