Eso que dices es de valientes… porque reconocer nuestras propias zanjas no siempre es fácil, lo poderoso es que, incluso después de cavarlas, siempre podemos construir un puente, y muchas veces mas poderoso que el anterior.
Como siempre agradezco, y valoro mucho, tus visitas y tus comentario, espero verte en el próximo cuento, un gran abrazo ;)