Imagen de mi autoría generada con ChatGPTTodos decían que la tortuga era floja.
Ahí está, nunca hace nada, ni siquiera se mueve, decían los vecinos cada vez que pasaban por ahí… Que animal tan inútil, pensaban, algunos hasta decían que era más un adorno que una mascota.
Los niños la habían bautizado Rita, y siempre estaba bajo en el mismo sitio cerca de la misma matica, con los ojos cerrados, como si nada le importara, dormía, comía lechuga y volvía a dormir.
Pero lo que nadie sabía era que Rita no era una simple tortuga, ella había sido parte del Escuadrón Secreto Internacional de Rescate Animal (SIARS, por sus siglas en inglés), un grupo élite, invisible para los humanos, entrenado para intervenir en situaciones críticas con los animales del vecindario.
Rita se había retirado hacía un tiempo, pero seguía trabajando desde la clandestinidad.
Cuando había una emergencia se activaba. Su caparazón, que se veía normal, era en realidad su mochila de acción, cuando sonaba la alarma se abría un poquito y dejaba ver los dispositivos que usaba para llevar a cabo sus misiones.
Una vez, el perro de la vecina Marta se perdió al otro lado del rio, ¡ADIVINA! Rita desapareció por dos días y regresó justo cuando el animal apareció sano y salvo.
Y hace como un mes, hubo un pequeño incendio en el terreno de la esquina, cuando se hizo más grande y estaba a punto de propagarse a las casas, alguien, o algo, activó el sistema de riego que ningún vecino recordaba haber instalado.
¡Ah! pero adivina nuevamente, Rita estaba ahí, con un poquito de hollín en el caparazón.
Ser el estereotipo de floja era perfecto, mientras todos la veían como perezosa, ella observaba y calculaba mientras elegía el momento perfecto de actuar.
Y es que a veces, como Rita le decía a sus compañeros del SIARS, ser subestimado es la mejor herramienta para hacer grandes cosas sin que nadie te estorbe.
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Invito a: @alicia2022 @osomar357 @ungrancuento
🇬🇧 English Version
Image of my own, generated with ChatGPTdailyprompt
Everyone said the turtle was lazy.
There it is, never doing anything, not even moving, the neighbors would say every time they passed by… What a useless animal, they thought; some even said it was more of an ornament than a pet.
The children had named it Rita, and it was always down in the same spot near the same little plant, with its eyes closed, as if nothing mattered to it. It slept, ate lettuce, and went back to sleep.
But what no one knew was that Rita wasn't just a turtle; she had been part of the Secret International Animal Rescue Squad (SIARS), an elite group, invisible to humans, trained to intervene in critical situations involving the neighborhood's animals.
Rita had retired some time ago, but continued to work clandestinely.
When there was an emergency, she would activate. Her shell, which looked normal, was actually her action backpack. When the alarm sounded, it would open a little, revealing the devices she used to carry out her missions.
Once, neighbor Marta's dog got lost on the other side of the river. GUESS! Rita disappeared for two days and returned just as the animal was found safe and sound.
And about a month ago, there was a small fire on the corner lot. When it grew bigger and was about to spread to the houses, someone, or something, activated the sprinkler system that no neighbor could remember installing.
Ah! But guess what? Rita was there, with a little bit of soot on her shell.
Being the lazy stereotype was perfect. While everyone saw her as lazy, she observed and calculated while choosing the perfect moment to act.
And sometimes, as Rita told her SIARS colleagues, being underestimated is the best tool for doing great things without anyone getting in your way.
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