Por un momento pensé que «Daniel» por celos se rebelaría contra Marina, je, je, je. La quimérica de Daniel, me recordó los pasajes de un hermoso poema convertido en canción:
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.Antonio Machado