Hola amigo José gracias por tu post está muy bonito, con toda esta explicación nos recuerda lo que somos los margariteños. Yo recuerdo de pequeña siempre iba con mi mamá y un balde a comprar pescado directamente del bote, era algo maravilloso, como cuando llegaba un bote se llenaba de muchas personas a comprar.
Ahora creo que no recuerdo haberme bañado nunca en esta playa, nos metieron siempre idea que como vendían pescado ahí, era solo para vender pescado.
Las fotos están preciosas, tal cual la rutina diaria de un pedacito. Gracias por compartir amigos José. Saludos y Bendiciones