Cats have always captivated me. No matter their size.
I confess that panthers are my favorite.
I know, I may never have one as a pet or as a friend...
Maybe that's why, every time I see a black cat, it steals my attention and I stop what I'm doing to look at it.
Many people believe that seeing a black cat is a bad omen.
In my case, I yearn for the beauty and poise reflected in their gait.
And here is this feline beauty, free, with a different outlook than those who are locked up in a house or somewhere.
Here, imperturbably beautiful, is the wildness that life gives us.
Los felinos siempre me han cautivado. Tengan el tamaño que tengan.
Confieso que las panteras son mis preferidas.
Lo sé, tal vez nunca pueda tener alguna de mascota o de amiga...
Quizá por eso es que, cada vez que veo a algún gato negro, me roba la atención y dejo de hacer lo que esté haciendo para contemplarlo.
Muchas personas creen que ver a un gato negro trae mal augurio.
En mi caso, suspiro a la belleza y el porte que reflejan en su andar.
Y he aquí a esta belleza felina, libre, con una mirada diferente a los que están encerrados en alguna vivienda o algún sitio.
He aquí, imperturbablemente hermoso, lo salvaje que nos regala la vida.
