Me
viví tu experiencia a través de tu escrito, me pongo en tus zapatos con la pena al montarse en la unidad, pero la culpa no fue tuya sino de los chicos encargados de la realidad virtual, por cierto, vi algo así en una novela turca , donde la suega tenía fobia para salir de casa, duró muchos años encerrada en casa con todos los beneficios, tuvo un trauma y no podía ni poner un pie fuera de la puerta.
La protagonista la ayudó bastante (obvio, ¿tenía que ganársela no? y en una de esas, le llevó ese juego pero visitaron Londres y ellas podían caminar tranquilamente por la ciudad, disfrutar de las tiendas y demás de la localidad, eso me pareció interesante realmente.
Ahora que lo pienso tiene lógica, tu mente estaba atrapada en otra realidad y salir a la verdadera realidad te marea, ¡Menos mal fueron cinco minutos! Cuéntame, ¿Volverías a vivir la experiencia virtual?