Tal cual amiga, hay de todo en este mundo, pero así como lo malo nos entristece, lo bueno es suficiente para que notemos la presencia de Dios y nos sintamos agradecidos. Él está en todas partes, hasta en el aire que respiramos y en el hecho de poder respirar. Creo que es mejor darle fuerza a todo lo que edifica y dejar en manos de Dios lo que no podemos cambiar. Hacer el bien, sin mirar a quien, dar lo mejor que tenemos a los demás, incluso necesitamos ser amorosos y compasivos con nosotros mismos, que también merecemos ser felices.
Hay una frase muy bonita que me parece el estado ideal como humanos: "Silencio en nuestra mente y paz en el corazón", para mí eso es vivir en plenitud.
Saludos amiga, gracias por tu valioso aporte.