Versión en Español
Aunque me gustaron varios juegos en el pasado, hubo uno en particular que nunca me aburrió. Ahora que soy adulta no suelo jugarlo, porque simplemente han cambiado mis intereses. Esta es mi participación en la iniciativa de @holos-lotus, donde hablaré sobre mi juego favorito.
Es bien sabido que a las niñas, por lo general, nos gusta jugar a la "casita". Algunas lo hacen con muñecas, peluches o cuquitas... En mi caso, usaba todos mis juguetes para representar la vida de un adulto según mis gustos, y las protagonistas eran mis barbies.
Jugué con las barbies hasta los 15 años y dejé de hacerlo solo porque mi mamá me ordenó que debía madurar, recogió todos mis juguetes sin excepción y los donó a familias necesitadas con niños. Si ella me hubiera dejado seguir jugando, me hubiera tardado, aún más, en saber lo agotadora que suele ser la vida real.
Por las historias que suele contar mi mamá, sé que en el círculo infantil me gustaba actuar. Supongo que me era divertido y, a veces, mis representaciones consistían en dramatizar que alguna parte de mi cuerpo dolía; gritaba y eso asustaba a las auxiliares, quienes se quejaban de mí.
En la primaria, me gustó jugar a que era la maestra de mis peluches, luego a que era una bailarina y coreógrafa, e incluso bailé para varias actividades escolares. Después vino mi pasión por los patines y la bicicleta. En mis brazos y piernas todavía hay marcas de mis primeras caídas. Luego me gustaron los juegos de mesa, como el ajedrez, las damas, el dominó y el Parchís. De vez en cuando, me dejaban bajar por las tardes a jugar en los bajos del edificio a la suiza, al pon y otros juegos tradicionales con otros niños. Era la más pequeña de todos y siempre querían manipularme. Yo no me dejaba y terminaba en una pelea con alguien, hasta que mi mamá decidió no permitirme bajar más por las tardes.
Nunca dejé de jugar a la "casita" desde que descubrí que era divertido, alrededor de los cinco años. Aunque usaba todos mis juguetes para ello, me atraía mucho hacer que mis barbies fueran mujeres independientes. Solía imaginarme historias en las que vivían solas, tenían sus empresas, salían a citas y construían su propio camino.
Disfrutaba más la parte en la que ía sus propias casas. Tuve una casa para muñecas, de plástico, ya hecha, pero no me gustaba porque no podía hacerle transformaciones. Sin embargo, mis casas de papel y cartón podía modificarlas a mi antojo. Mi mamá también me compraba accesorios como cama, cocina, platos...y era realmente feliz personalizando todo a mi antojo.
Recuerdo que prefería jugar sola porque, cada vez que veía juguetes, fueran míos o no, sentía que me pertenecían y me peleaba con otros niños por ellos. Este tipo de actitud fue cambiando cuando llevé un tiempo en primaria y me fue dando pena ser así, tal vez porque mi mamá me sermoneaba mucho sobre cómo una niña tenía que comportarse.
Actualmente no juego; los videojuegos me estresan y los juegos de mesa no me llaman la atención. También tengo otros intereses, o tal vez el juego lo he sustituido por hobbies, en los cuales empleo mi tiempo libre. Me distraen tanto como cuando jugaba a la "casita" siendo una niña. Mi hobbie preferido ahora es tomar fotos con una cámara profesional. Me gusta mucho.
No creo que me vuelva a interesar jugar a la "casita" ahora o en el futuro. Es bonito recordar esos momentos felices de mi infancia, pero ahora soy adulta y veo las cosas de otro modo y quiero hacer lo que me satisface a mi edad. Pudiera decirse que mi juego favorito ha evolucionado y no existe ninguna barrera para jugarlo; lo hago siempre que puedo y me divierte. Ahora juego a que soy fotógrafa 😁.
Invito a participar a @mercy y @dianegr
English version
Although I liked several games in the past, there was one in particular that never bored me. Now that I am an adult, I rarely play it because my interests have simply changed. This is my participation in @holos-lotus’s initiative, where I will talk about my favorite game.
It is well known that girls generally like to play "house." Some do it with dolls, stuffed animals, or plush toys... In my case, I used all my toys to represent adult life according to my tastes, and the protagonists were my Barbies.
I played with Barbies until I was 15 and only stopped because my mom told me to grow up, gathered all my toys without exception, and donated them to needy families with children. If she had let me keep playing, it would have taken me even longer to realize how exhausting real life can be.
From the stories my mom tells, I know that in the nursery school I liked to act. I suppose it was fun for me, and sometimes my plays consisted of pretending that some part of my body hurt; I would scream, which scared the assistants, who complained about me.
In primary school, I liked pretending to be the teacher of my stuffed animals, then a dancer and choreographer, and I even danced for several school events. Later came my passion for roller skates and the bicycle. I still have marks on my arms and legs from my first falls. Then I enjoyed board games like chess, checkers, dominoes, and Parcheesi. Occasionally, I was allowed to play traditional outdoor games such as "suiza" and "pon" in the building’s lower areas with other children. I was the youngest, and they always tried to manipulate me. I didn’t let them, which often led to fights until my mom decided not to let me go down in the afternoons anymore.
I never stopped playing "house" since discovering it was fun, around the age of five. Although I used all my toys, I was especially drawn to making my Barbies independent women. I used to imagine stories where they lived alone, had their businesses, went on dates, and built their own paths.
I especially enjoyed the part where I created their own houses. I had a plastic dollhouse already built, but I didn’t like it because I couldn’t modify it. However, my paper and cardboard houses I could change as I wished. My mom also bought me accessories like beds, kitchens, and plates... and I was truly happy personalizing everything as I wanted.
I remember preferring to play alone because every time I saw toys, whether mine or not, I felt they belonged to me and would fight other children over them. This attitude changed over time in primary school when I felt embarrassed about it, maybe because my mom often lectured me on how a girl should behave.
Currently, I don’t play; video games stress me out and board games don’t interest me. I also have other interests, or maybe I have replaced playing with hobbies I spend my free time on. They distract me as much as playing "house" did when I was a child. My favorite hobby now is taking photos with a professional camera. I like it a lot.
I don’t think I will ever be interested in playing "house" again, now or in the future. It’s nice to remember those happy moments from my childhood, but now I’m an adult and see things differently. I want to do what satisfies me at my age. It could be said that my favorite game has evolved, and there are no barriers to playing it; I do it whenever I can, and it entertains me. Now I play at being a photographer 😁.
