A esa voz yo la llamo la loca de la casa y habita en mi mente siendo gruñona, malumorada, intensa, abrumadora y cruel. Se sale de control y su presencia puede llegar a atormentarme. Silenciarla es bastante difícil, pero me encanta cuando se ahoga en él. Es una sensación bastante agradable. Siempre busco resetearla metiéndola en una caja hasta dejarla de escuchar. Intento llevarle contraria hablándome desde el amor. No siempre tengo éxito, pero lo intento. Mi ego puede llegar ser bastante intenso y darle mucha tela a esa voz.
Saludos, mi bella.