Lo bueno es que tienes la capacidad de dar lo mejor de ti cada día y gracias a eso las puertas tarde o temprano se abrirán.
No es fácil querer construir cuando tienes personitas que dependen de ti, pero diría que ganas otro tanto en las valiosísimas perlas de sabiduría que obtienes al tener una grata compañía. Esos chicos son testigos del esfuerzo que das y que sigues dando. Aunque por el momento no tengas eso que anhelas, ese ejemplo dará frutos en sitios inesperados. Esos pequeños testigos aprenderán a esforzarse apropiadamente y algún día también cuidar de quienes dependen de ellos. Así aprendemos los seres humanos.
¡Un gran saludo!