Es así como dices, estimado @emiliorios. Tener una relación de pareja no es juego de niños. Dos personas con crianzas y antecedentes diferentes se unen para compartir un mismo lugar.
Se piensa erróneamente que es cosa sencilla, que simplemente dos personas hacen los suyo acompañándose, pero no es así. Todo lo contrario, comparten también los problemas del uno hacia el otro, de modo que el enfrentamiento de todos nuestros "rincones polvorientos" emocionales es inevitable. Hasta entonces es fácil simplemente visitar a una persona, hablar con ella, "soportar" lo que no nos agrada y resolverlo por nosotros mismos el resto de la semana con distracciones cualquiera. Una vez viven juntos la oscuridad puede permear una habitación entera y se hacen evidentes los mecanismos de aguante que utilizamos para evitar la confrontación. Puede ser bastante crudo y no hay fantasía que lo aguante. Diría que por ello, la gran mayoría se separa.
Los cuentos de conquista, las fantasías, lo que "queremos ser", no aguantan la radiación de la realidad de dos personas que viven juntas, donde descubren lo que realmente son aunque no lo quieran ver. ¡Un saludo! Gracias por traer tu valioso contenido aquí.