Hola amiga @charjaim. Ya sabes cómo soy, hoy es que leo la iniciativa a profundidad. Muchas historias que compartir. Recuerdo el día que iba a inscribir a mis hijas en la escuela, estuve buscando un documento en una cartera de esas que en ocasiones parece un deposito de basura ja,ja,ja esas carteras que se llenan de labial y así se quedó, pues, yo metí la mano y luego en la desesperación seguro pasé la mano por mi cara y así salí a la calle. Al salir a la calle muchas miradas de asombro y otras que no pudieron aguantar la risa. Llegué a la escuela y el padre de mis hijos me dice ¿qué te pasó en la cara? me miro al espejo y, ¡sorpresa! mi cara estaba roja parecía una indígena, me sentí orgullosa de mis raíces, pero también agradecí que la escuela no quedaba tan lejos.