Saludos y afectos, amigos, qué placer sumarme a esta nueva iniciativa de la comunidad #Holos&Lotus.
Creo que nunca sabemos lo plenos que somos hasta que perdemos alguna de nuestras rutinas, esas rutinas conscientes de las que nos habla @maylink. A veces estamos marcados, incluso, por las rutinas de otros: un padre que se levanta temprano para hacer el desayuno, una madre que nos espera con el café caliente, un familiar que nos llama todos los días para saber cómo vamos. En fin, también podemos ser conscientes del bienestar que otros ofrecen a nuestras vidas, y disfrutarlo como el mayor de los regalos.
En el post, @maylink nos habla de la transformación de la vida apresurada, agobiada por los avatares diarios, en otra mucho más reparadora. Dicen los que practican un estilo de vida oriental, que el ser humano ha perdido la capacidad de respirar conscientemente; lo hacemos de manera tan mecánica que ni siquiera nos percatamos de cómo funciona nuestro organismo. Sin embargo, los que saben de estos temas, pueden aun aliviar un dolor conduciendo el aire hasta el lugar afectado, lo cual me parece mágico.
Las prisas cotidianas, el prestar oídos a personas que solo saben lamentarse y que nos cargan de energía negativa, los continuos temores (a veces por cuestiones que ni siquiera dependen de nosotros), nos vuelven incapaces de vivir de manera cabal. Nos quejamos de tantas cosas que olvidamos agradecer lo poco o mucho que tenemos. Hemos dado por sentado que esos bienes materiales y espirituales nos corresponden por derecho propio, sin reparar en que todo es transitorio, absolutamente todo.
Así pues, puedo decirles que he asumido como un hábito consciente el agradecimiento. Agradezco las bendiciones de mi vida, pero también agradezco lo que considero malo. He aprendido que muchas veces lo que me duele se convierte más tarde en un alivio, aunque en el momento no pueda comprenderlo. Para agradecer siempre busco los lugares más bonitos e iluminados. Me gusta respirar profundo cuando agradezco y reposar mi mirada en la belleza.
Otro hábito consciente es el de comunicarme con mis amigos. Las relaciones humanas se construyen. Si bien es cierto que una amistad verdadera soporta la prueba del tiempo y la distancia, pues cuando se reencuentran parece como si no se hubieran dejado de ver, prefiero hacerles saber que estoy aquí y que cuido lo que considero un bien mayor. Con los amigos que se mantienen cerca físicamente no puedo perder el contacto. Cada cierto tiempo necesito verlos, como si se tratara de una bocanada de aire para sobrevivir.
De igual manera, me gusta respirar de forma consciente. Disfruto el olor del amanecer, de la tierra recién mojada, del galán de noche sembrado frente a mi casa, cuyas flores emanan una fragancia de dioses. Algunas noches, después que todos se acuestan, me regalo un tiempo de paz espiritual. Todo lo que necesito es un incienso, té, una música relajante y el libro de cabecera. No puedo explicar lo que este tiempo significa para mí. Me gusta pasar momentos a solas conmigo. Asimismo, disfruto escuchar conferencias de distintos tipos, en dependencia de mi estado de ánimo.
Además de lo anterior, suelo acompañar con música los quehaceres domésticos, sobre todo cuando limpio y friego. La música es sumamente inspiradora. Tengo establecidas también rutinas con mi hijo, algunas parecen una tontería, pero para nosotros significan el mundo.
En fin, qué bueno poder compartir nuestros momentos de vida consciente. Al final, ese es uno de los mayores tesoros que tenemos: el día a día. 💜
Estimada Comunidad, declaro que escribí este post sin ayuda de la IA.
Las imágenes me pertenecen y los banners fueron creados en Canva, por @yuraimatc.
Greetings and affection, friends, I'm joining this new initiative in the #Holos&Lotus community.
I believe we never know how fulfilled we are until we lose one of our routines, those conscious routines that @maylink talks about. Sometimes we are even influenced by the routines of others: a father who gets up early to make breakfast, a mother who waits for us with hot coffee, a family member who calls us every day to find out how we're doing. Ultimately, we can also be aware of the well-being that others offer to our lives, and enjoy it as the greatest of gifts.
In the post, @maylink talks about the transformation of a hurried life, overwhelmed by daily vicissitudes, into a much more restorative one. Those who practice an Eastern lifestyle say that human beings have lost the ability to breathe consciously; we do it so naturally that we don't even realize how our bodies work. However, those who know about these matters can even relieve pain by directing air to the affected area, which seems magical to me.
The daily rush, listening to people who only complain and burden us with negative energy, and constant fears (sometimes for reasons beyond our control) make us incapable of living life fully. We complain about so many things that we forget to be grateful for the little or much we have. We have taken for granted that these material and spiritual goods are ours by right, without realizing that everything is transitory, absolutely everything.
So, I can tell you that I have adopted gratitude as a conscious habit. I am grateful for the blessings in my life, but I am also grateful for what I consider bad. I have learned that often what hurts me later becomes a relief, even if I cannot understand it at the time. To give thanks, I always seek out the most beautiful and illuminated places. I like to breathe deeply when I give thanks and rest my gaze on beauty.
Another conscious habit is communicating with my friends. Human relationships are built. While it's true that a true friendship endures the test of time and distance, as when you reunite it seems as if you've never seen each other before, I prefer to let them know I'm here and that I care for what I consider a greater good. With friends who remain physically close, I can't lose touch. Every so often, I need to see them, as if it were a breath of fresh air to survive.
Similarly, I like to breathe consciously. I enjoy the smell of the sunrise, the freshly wet earth, the nightshade planted in front of my house, whose flowers emanate a fragrance worthy of the gods. Some nights, after everyone goes to bed, I give myself a time of spiritual peace. All I need is incense, tea, relaxing music, and my favorite book. I can't explain what this time means to me. I like to spend time alone with myself, listening to lectures of various kinds, depending on my mood.
I also tend to accompany my household chores with music, especially when I'm cleaning and scrubbing. Music is extremely inspiring. I also have established routines with my son. Some of them seem silly, but they mean the world to us.
In short, how wonderful it is to be able to share our moments of conscious living. After all, that's one of the greatest treasures we have: our everyday life.💜
Dear Community, I declare that I wrote this post without help from AI.
The images belong to me and the banners were created in Canva, by @yuraimatc.
 |  |
|---|
 |  |
|---|
 |  |
|---|
 |  |
|---|
 |  |
|---|
 |  |
|---|
 |  |
|---|
