Ciertamente, amiga mía, la tristeza es algo que a nadie le gusta. A menudo seca el alma y nos llena de pesar y negatividad. La alegría, como dices, es contagiosa y es lo que más nos gusta. Nos lleva al optimismo, lo que nos hace hablar positivamente e impacta nuestra fe en que todo saldrá bien, por muy sombrío que parezca el panorama.
Éxito. Feliz tarde.