Así es, amiga. Agradece a Dios cada día por el milagro de la vida. Cada uno es responsable de sí mismo y de la maravillosa vida que Dios nos dio. Hay quienes acuden a ti por interés propio y no se preocupan por los demás. La vida debería ser un apoyo mutuo, y ese es el secreto de la responsabilidad. Una madre es responsable de sus hijos y de su hogar, y los hijos deben ser responsables de sus padres, especialmente cuando estos llegan a la tierna edad de la vejez.
Buenas noches, amiga.