Amigos de @Holos-Lotus, antes que todo, saludos y bendiciones. Los tragos amargos, aquellas situaciones que pueden sacar lo peor de tí, es el tema de reflexión al que nos invita nuestra amiga @charjaim, y yo leo las publicaciones alegóricas al tema y descubro que tenemos mucho en común, que nuestras actitudes y reacciones ante cualquier injusticia, son similares. Por esa razón me animo y les sirvo en este post: Mis tragos amargos.
Lo fácil es voltear el rostro, fingir que no ves, que no escuchas, que es mejor no involucrarse, que no es asunto tuyo. Pero yo no soy así.
Soy un cóctel molotov, los sentimientos se amontonan en mí y me obligan a reaccionar a veces de manera descompuesta. Muchas han sido las ocasiones en las que no me he podido contener y he dejado que el enojo mande. Por suerte para mí, los años han ido tomando las riendas y domando a este animal desbocado ante el abuso o cualquier otra forma de injusticia. Miro y guardo, sufro con los demás, por los demás. Tengo un corazón demasiado blando. No hablo solo del estado melancólico que me hace disfrutar la lluvia, los amaneceres, las puestas de sol, las canciones tristes, la poesía; sino de un corazón blando ante el dolor ajeno, ante la vejación o la burla. Pero ese corazón blando está cubierto por una capa de coraje que me hace reaccionar y responder.
La vecina de en frente vive sola. No encontró el amor, no quiso o no pudo tener familia. Su vida se escurrió entre el trabajo y sus funciones sociales; ahora su enorme casa está vacía. Tanta soledad la han convertido en una mujer difícil, cortante y a causa de ese temperamento áspero, ha entrado repetidamente en conflicto con el vecino de al lado. El, hombre y mala persona, la ha ofendido varias veces. Algunos vecinos han intentado frenar pasificamente los eventos pero ni ella ni él, ceden. Uno de esos días de violencia verbal, el vecino intentó agredirla físicamente y yo no pude resistirme más. Caminé con rapidez hacia el agresor y le dije bajito pero con firmeza: no intentes hacerle daño. El me respondió en el mismo tono: ¿Quién me lo va a impedir? Inténtalo- le respondí, y aunque no tengo un físico ni una estatura que impresione, el vecino decidió no intentarlo.
La profesora Amalia era de esas que se pone en el lugar de sus alumnos. Para ella la atención y el aprendizaje, estaban condicionados por el ambiente. Si los estudiantes estaban predispuestos por alguna razón, ella cambiaba el turno, cambiaba de local o cambiaba de tema. A la Vice Rectora de Humanidades no le gustaban los métodos de Amalia y un día, delante de toda la clase, manipulando argumentos intentó avergonzarla; y lo hubiera logrado porque ni ella ni el resto de la clase se le opuso. Es peligroso enfrentar a un ejecutivo del campus, aún teniendo la razón. Eso te puede costar la permanencia en la universidad y hasta la pérdida de tu carrera. Pero no me pude contener y me levanté con mucha calma y mucha decencia, mientras Jesús me susurraba en el oído " manso como paloma y astuto como serpiente". Y mis palabras fueron como flechas contra la endeble armadura de la vice, encontraron la brecha en su falsa ética, desmoronaron uno por uno sus falsos argumentos, mientras ella vencida y calmada regresaba a su buró de jefa. La profe Amalia terminó su clase bajo un silencio incómodo y yo tuve que preparame muy bien para el exámen de historia, cuyo tribunal era precidido por la Vice Rectora.
Lo más fácil hubiera sido voltear el rostro, fingir que no ves, que no escuchas pero yo no soy así.
Tengo más que contar pero prefiero no abusar de vuestra paciencia.
Les abrazo y espero por vuestros comentarios.
Este post es contenido original creado y documentado por mi
Todas las fotos utilizadas son de mi propiedad.
English
Friends of @Holos-Lotus, first of all, greetings and blessings to all of you.The bitter drinks, those situations that can get the worst of you, is the issue of reflection that our friend @Charjaim invites us to deal with, and I read the allegorical publications to the subject and discover that we have much in common, that our attitudes and reactions to any injustice are similars. For that reason I encourage myself to share with you in this post: my bitter drinks.
The easy thing is to turn your face, pretending that you do not see, that you do not listen, that it is much better not to get involved, that it is not your business. But I am not like that.
I am a Molotov cocktail, feelings are piled up in me and force me to react sometimes in a bad way. Many have been the chances that I have not been able to contain and let the anger lead. Luckily for me, the years have been taking the reins taming this animal not letting to turn wild in front of abuse or any other form of injustice.
I look and keep it in my mind, I suffer with others, for others.I have a heart too soft. I do not speak only about the melancholic condition that makes me to enjoy the rain, the sunrises, the sunsets, the sad songs, the poetry; but a soft heart because of the pain in others, because any vexation or mockery. But that soft heart is covered by a coat that makes me react and respond.
The neighbor who lives in front of my house, is alone. She did not find love, she did not want or could not have a family. Her life drained between work and her social functions; Now her huge house is empty. So much loneliness has made of her a difficult woman, shear, and because of that rough temperament, she has repeatedly entered into conflict with the neighbor next door. He, a man and a very bad person, has offended her several times.Some neighbors have tried to stop the events to grow worse but neither she nor him step away. One of those days of verbal violence, the neighbor tried to attack her physically and I could not resist anymore on my window. I walked quickly towards the aggressor and said short but firmly: don't you try to harm her. He answered me in the same tone: Who is going to prevent it? You just try to- I replied, and although I don't have a physique or a height that impresses, the neighbor decided not to try.
Professor Amalia was one of those who puts herself in the place of her students.For her, attention and learning were conditioned by the environment. If the students were predisposed for some reason, she changed her conference time, changed the place or changed the subject. The vice Dean of humanities did not like Amalia's methods and one of those days, in front of the entire class, manipulating arguments she tried to embarrass Amalia; She would have succeeded because neither she nor the rest of the class opposed her. It is dangerous to face an executive of the campus, still being right. Something like that could cost your permanence in college and even the loss of your career. But I could not contain myself and got up very calmly and very decency, while Jesus whispered in my ear "meek like a dove and cunning as a snake."And my words were like arrows against the Vice Dean weak armor, my words found the gap in her false ethics, making collapsed one by one her false arguments, while she defeated and calm returned to her boss bureau. Professor Amalia finished her class under uncomfortable silence and I had to prepare me very well for the history exam, whose court was preceded by the vice Dean.
The easiest thing would have been to turn the face out, pretending that you don't see, that you don't hear, that it is not your business but I am not like that.
I have more to tell you but I prefer not to abuse your patience.
I hug you all and wait for your comments
This post is original content are of my authorship.
The images are mine.
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