Vivamos el mundo mágico del juego. Sabes, mis padres en vida y mis hermanos son asiduos al juego de dominó. No sé el porqué, a mí el dominó no me atrae como a ellos. El ajedrez, sí, será por el silencio en la sala. La coca o perinola, tiempo que no sé de ella. Cuando era niño y vivía en Caracas-Venezuela, las encontrábamos de madera bellamente decorada de caleidoscopio…
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