Definitivamente es así, la impronta con la crecemos establece unos cánones de perfección muy lejanos al vivir y al sentir real, es por eso que, sin darnos cuenta, no convertimos en nuestros propios jueces, y lo hacemos de una manera brutal.
Debemos aprender a amarnos, pero mas importante aun es enseñar, a todos los que podamos, que amarse no es corregirse con brutalidad, es aceptarnos y concebirnos con bondad, solo desde allí nos podemos reconstruir positivamente.
Gracias por tus letras bro, las aprecio mucho ;)
!HUESO