Hello, friends of @holos-lotus.
I love these community reflections that our friend @emiliorios organizes. This week's topic fascinates me because it's so controversial: does the ideal partner exist? He says no, and while I understand and share his opinion, I partly agree. And I'll explain why.
To begin, I think it's crucial to make an immediate distinction: an ideal partner is not the same as an idealized partner. We can't idealize either our partner or love itself. Idealizing is constructing a fantasy, expecting someone to meet a list of impossible requirements and always act exactly as we've planned in our minds.
That's not real. It's a trap (one we sometimes fall into). The ideal couple, on the other hand, is something built in reality, with all its imperfections.
Nobody is perfect, and each partner comes with their own baggage, their past life. We all have wounds, habits, and ways of thinking that clash with those of the other.
However, if the couple likes each other and is attracted to each other physically and emotionally, a foundation is created. On that foundation, each partner adapts, understands, and accepts the other: they respect them. And when that happens, that's when the relationship lasts.
That's the ideal: adapting and enduring. It's not a magic quality; it's daily work.
Based on this, we can't wait for the perfect person. We have to look for the perfect person for ourselves, and hope that we are, or can be, perfect for them.
It's an active search and, above all, a mutual effort. Perfection isn't an inherent state, but rather a matter of fit. She's perfect for me, and I try to be perfect for her. That's the agreement.
Furthermore, I understand that this perfection, this ideal I hope a person will be for me, can change over time. My partner might be ideal now, but in 10 years they might not be.
People change, circumstances change too. But for a time they were. And that doesn't invalidate the experience. For something to be ideal during a stage of your life is already a huge success.
However, I believe it could always be that way. It could adapt to the times and to me; it could become the ideal partner for me, at any given moment. However, my challenge is to be able to reciprocate.
It's not just about her adapting to my changes, but about me adapting to hers. Ideality is a two-way street that you travel side by side.
Love and relationships are very complicated, but not impossible. If we don't believe that the ideal partner doesn't exist, we'll never look for them. Belief is the first step. If you close the door to possibility, you're left only with the comfort of cynicism.
I find it somewhat sad not to believe in that other half, that ideal partner, life companion. I think I've found her.
(That's why there are so many pictures of her here 😅)
She's not perfect, she's perfect for me. She has flaws, I have mine, but we fit together. We adapt, we respect each other, and we choose to stay. And in that constant and conscious act, that's where the ideal lies. Not in a fairy tale, but in the daily choice to build something together.
Versión en español
Hola, amigos de @holos-lotus.
Me encanta esto de las reflexiones en comunidad que realiza nuestro amigo @emiliorios. El tema de esta semana me encanta por lo polémico ¿la pareja ideal existe? Dice él que no, y, aunque entienda y comparta su opinión expuesta, en parte digo que sí. Y les explicaré el por qué.
Para empezar, creo que es crucial hacer una distinción inmediata: una pareja ideal no es lo mismo que una pareja idealizada. No podemos idealizar ni a la pareja ni al amor. Idealizar es construir una fantasía, esperar que alguien cumpla con una lista de requisitos imposibles y actúe siempre como nosotros lo hemos planeado en nuestra cabeza.
Eso no es real. Es una trampa (en la que a veces caemos). La pareja ideal, en cambio, es algo que se construye en la realidad, con todas sus imperfecciones.
Nadie es perfecto y cada miembro de la pareja viene con su “equipaje”, su vida pasada. Todos tenemos heridas, hábitos, formas de pensar que chocan con las del otro.
Sin embargo, si la pareja se gusta y se atraen física y emocionalmente, se crea una base. Sobre esa base, cada miembro de la pareja se adapta, comprende y acepta al otro miembro: lo respeta. Y cuando eso sucede, es cuando la relación perdura en el tiempo.
Eso es lo ideal, adaptarse y perdurar. No es una cualidad mágica, es un trabajo diario.
Partiendo de esto, no podemos esperar a la persona perfecta. Tenemos que buscar a la persona perfecta para nosotros, y esperar a que seamos o podamos ser las perfectas para ellos.
Es una búsqueda activa y, sobre todo, un esfuerzo mutuo. La perfección no es un estado inherente, sino una adecuación. Ella es perfecta para mí, y yo intento serlo para ella. Ese es el pacto.
Además, entiendo que esa perfección, ese ideal que espero que una persona sea para mí, puede variar con el tiempo. Es posible que mi pareja sea la ideal ahora, pero en 10 años deje de serlo.
La gente cambia, las circunstancias también. Pero durante un tiempo lo fue. Y eso no invalida la experiencia. Que algo sea ideal durante una etapa de tu vida ya es un éxito enorme.
Sin embargo, creo que podría serlo siempre. Podría adaptarse a los tiempos y a mí, podría convertirse en la pareja ideal para mí, en cada momento. Sin embargo, mi reto es poder ser recíproco.
No se trata solo de que ella se adapte a mis cambios, sino de que yo me adapte a los suyos. La idealidad es un camino de dos direcciones que se recorren a la par.
El amor, las relaciones de pareja son muy complicadas, pero no imposibles. Si no creemos que no existe la pareja ideal, nunca la buscaremos. La creencia es el primer paso. Si cierras la puerta a la posibilidad, te quedas solo con la comodidad del cinismo.
Me parece algo triste no creer en esa mitad, en esa pareja ideal, compañera de vida. Yo creo haberla encontrado.
(por eso tantas fotos de ella aquí 😅)
Ella no es perfecta, es perfecta para mí. Tiene defectos, yo tengo los míos, pero encajamos. Nos adaptamos, nos respetamos y elegimos permanecer. Y en ese acto constante y consciente, es donde reside lo ideal. No en un cuento de hadas, sino en la elección diaria de construir algo juntos.
