Hola amigos de este mundo azul.
Hoy quiero contarles sobre la aventura de David, como siempre. Sucede que mi preciosa ciudad de Las Tunas es la capital de la décima, estrofa nacional cubana.
Y es que en esta tierra de cactus nació Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, mayor exponente de esta estrofa. Cada año se realiza en la finca El Cornito, donde vivió El Cucalambé, una fiesta en honor a su nombre. Siempre por esta fecha que es su cumpleaños.
Cada año yo tengo que trabajar en La Cucalmbeana y solo dos o tres veces llevé a David. La última vez que lo hice él era muy pequeño y no se acuerda.
Así que hoy, yo tenía menos responsabilidades en la mayor fiesta del campesinado cubano y me lo llevé al Cornito.
Todo fue una aventura para David. Fuimos donde debíamos tomar el transporte y tuvimos que esperar más de una hora, pues ninguno era el nuestro y todos venía llenos. Hasta que llegó el nuestro.
Cuando llegamos al Cornito, David estaba alucinando con las maravillas del Cornito. La naturaleza hecha de bambúes en todo el sitio, el río que atraviesa el lugar. Caminar entre bambúes es mágico. David corría, se reía.
Quien vaya hasta Cornito y no llegue hasta la cabeza del indio, no ha hecho nada. David fue a la cabeza del indio. David, sonrió, disfrutó cada momento. David conversó con amigos que conoció en esta aventura.
Hoy se hizo la premiación del concurso de décima escrita El Cucalambé. El premiado fue un amigo mío, amigo de mi casa, una de las primeras personas en ir a conocer a David cuando nació.
La alegría no solo la recibió el premiado, la alegría la tuvo mi niño al ver a Miguel contento, mi esposo estaba contento, los que participaron y no ganaron también estaban contentos por Miguel.
Pero David, en su inocencia, desde la ingenuidad sin saber cómo se hace una décima, como se conforma un libro y mucho menos el trabajo de un jurado para elegir al mejor, David se gozó de ese premio como si hubiera sido él quien alcanzara el deseado premio entre los decimistas cubanos.
La gran realidad es que hoy, ha tenido otra gran aventura y las que faltan aún.
Un abrazo azul
El texto publicado es real y original y las imágenes fueron tomadas por mi
Hello, friends of this blue world.
Today, as always, I want to tell you about David's adventure. It just so happens that my beautiful city of Las Tunas is the capital of the décima, the Cuban national verse.
It's in this land of cactus that Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, the greatest exponent of this verse, was born. Every year, a party is held at the El Cornito farm, where El Cucalambé lived, in honor of his name. It's always around this time, which is his birthday.
Every year, I have to work at La Cucalmbeana, and I've only taken David there two or three times. The last time I did it, he was very young and doesn't remember.
So today, I had less responsibility at the biggest Cuban peasant festival, and I took him to Cornito.
It was all an adventure for David. We went to the right place to take the bus and had to wait over an hour, because none of them were ours and they were all full. Until ours arrived.
When we arrived at Cornito, David was amazed by the wonders of Cornito. The bamboo-covered nature all around the place, the river that runs through it. Walking among the bamboo is magical. David was running, laughing.
Whoever goes to Cornito and doesn't reach the Indian's head has done nothing. David went to the Indian's head. David smiled and enjoyed every moment. David chatted with friends he met on this adventure.
Today, the awards ceremony for the El Cucalambé written décima contest took place. The winner was a friend of mine, a friend from home, one of the first people to go meet David when he was born.
The joy wasn't just shared by the winner; my son felt joy when he saw Miguel happy, my husband was happy, and those who participated but didn't win were also happy for Miguel.
But David, in his innocence, from his naiveté, not knowing how a décima is made, how a book is put together, much less the work of a jury to choose the best, David rejoiced in that award as if he had been the one to win the coveted prize among Cuban decimists.
The great truth is that today, he has had another great adventure, and there are still more to come.
A blue hug
The published text is real and original, and the images were taken by me
