Hello, my friends.
It's been about a month since I started exercising again.
I used to exercise more. I really enjoyed the gym. I never missed a session. However, motherhood kept me away from it.
After having my first child, I decided to start again, but I always made up some excuse not to start.
The real reason was that I was always tired and afraid of being away from my son. Those are the irrational fears we mothers have.
However, now driven by the example of my friend, the writer Leah Garoz, I got the courage and went back to the gym.
That was like riding a bike. I quickly got into the swing of things.
We women often forget that just because we are mothers doesn't mean we stop being women. As the years go by, exercise and going to the gym become more and more important for our bodies. We need them more and more.
We should care about and take care of our physical state, just as we do our mental state.
However, as the saying goes: a healthy mind in a healthy body.
Exercise is invigorating; it increases our defenses by stimulating the body's immune system. It provides strength, elasticity, endurance, and is good for our cardiovascular, muscular, and even digestive systems.
And above all, exercise increases our self-esteem, self-love, reduces stress, and at the same time, makes us look great.
Just because we're married and have one, two, three, or five children doesn't mean we can afford to neglect our physique and our health.
I'm not saying you have to join a gym like me. There are thousands of ways to exercise at home, in parks, but also at the gym.
I prefer weights because I've never been one for running, and also because they force me to leave the house. I know myself, and if I stay home, I don't exercise.
So I encourage you all to follow my example and start exercising. Not only will you appreciate it, but your partners will too 😉.
Versión en español
Hola, amigas mías.
Hace aproximadamente un mes que reanudé la rutina de hacer ejercicios.
Antes hacía más ejercicios. Disfrutaba muchísimo del gimnasio. No faltaba a ninguna sesión. Sin embargo la maternidad me alejó del gimnasio.
Después de tener mi primer hijo, decidí reanudarlos, pero siempre me inventaba alguna excusa para no comenzar.
La verdadera razón era que siempre estaba cansada y tenía miedo alejarme de mi hijo. Esos son de esos miedos irracionales que nos dan a nosotras las madres.
Sin embargo, ahora impulsada por el ejemplo de mi amiga, la escritora Leah Garoz, me animé y volví al gimnasio.
Aquello fue como montar en bicicleta. Enseguida le cogí el ritmo de trabajo.
Nosotras las mujeres muchas veces nos olvidamos, que por ser madres, no dejamos de ser mujeres. A medida que pasan los años, los ejercicios físicos y el gimnasio adquieren mayor y mayor relevancia en nuestro cuerpo. Cada vez los necesitamos más.
Nosotras debemos preocuparnos y ocuparnos de nuestro estado físico, del mismo modo que de nuestro estado mental.
Sin embargo, como dice el dicho: mente sana en cuerpo sano.
El ejercicio es vigorizante, aumenta nuestras defensas al estimular el sistema inmunológico del cuerpo. Proporciona fuerza, elasticidad, resistencia, es bueno para nuestro sistema cardiovascular, muscular e incluso, hasta para el digestivo.
Y sobre todo, el ejercicio aumenta nuestra autoestima, amor propio, desestresa y al mismo tiempo, nos hace ver muy bien.
No por estar casadas y tener uno, dos, tres o cinco hijos, podemos darnos el lujo de descuidar nuestro físico y nuestra salud.
No les digo de que tienen que apuntarse en en un gimnasio como yo. Hay miles de variantes para ejercitarnos en casa, en los parques, aunque también en el gimnasio.
Yo prefiero las pesas, pues nunca ha sido de correr y además, porque me obligan a salir de la casa. Es que me conozco y si me quedo en la casa no hago ejercicios.
Así que las animo a todas a seguir mi ejemplo y sumarse a los ejercicios. No solo lo agradecerán ustedes: también sus parejas 😉.
