I don't have any childhood friends because I was always a very introverted girl, but as a teenager I did have a few that I could count on the fingers of one hand, and I have fingers left over. One of them is Legna. I met her in high school and kept in touch even though we didn't have cell phones, just landlines at home. So this forced us to see each other more in person to share our experiences.
In the photo I'm showing, from right to left, Legna, me, Legna's boyfriend, and Legna's sister-in-law. She's dressed in white because it was her wedding. I don't know why I don't have more photos of this event, and this one isn't in the best condition, but it's the one I cherish most because it reminds us of our friendship, even though the story in the photo has completely changed (they've since divorced).
Legna and I had lost touch. The last I heard from her, besides her divorce, was that she'd moved to another state. But I recently got her ex-husband's phone number and asked him if he had her number, and he gave it to me. I didn't hesitate to text him right away.
With great trepidation, I wrote to her: "Hi Legna, that old friend Isabel is writing to you. Remember me?" I was so happy when her response was: "Of course, my friend, my lifelong friend. I'm so glad to hear from you." This happened only a month ago, but we haven't been able to see each other in person. She told me she's living here in the city, a bit out of the way, and that she's undergoing therapy because she's suffering from spinal pain. She agreed to let me know the day I could come to her house and meet up again. I told her I'd leave early for her house that day and come back to my house in the evening to see if we'd have time to catch up on everything.
Although we've been communicating via phone texts, and that has made me very emotional, I look forward to the day when we can see each other and give each other that hug we've been longing for. I'll keep you informed and updated about this reunion.
No tengo amigas de mi niñez ya que siempre fui una niña muy introvertida, pero en la adolescencia si tuve algunas que podría contar con los dedos de una sola de mis manos y me sobran dedos. Una de ellas es Legna. A ella la conocí en el bachillerato y mantuve un contacto a pesar de que no teníamos teléfonos celulares sino los teléfonos fijos de nuestras casas. Así que esto nos obligaba más a vernos en persona para contarnos nuestras cosas.
En la foto que muestro está de derecha a izquierda Legna, yo, el novio de Legna y la cuñada de Legna. Ella está vestida de blanco porque era su boda. No se por qué no tengo más fotos de este acontecimiento y esta foto no está en las mejores condiciones, pero es la que atesoro con mucho cariño porque nos recuerda nuestra amistad aunque la historia de la foto haya cambiado totalmente (ya se divorciaron).
Legna y yo habíamos perdido contacto, lo último que supe de ella fue, además de su divorcio es que se había mudado a otro estado del país. Pero recientemente conseguí el número de teléfono de su exesposo y le pregunté si tenía el número de ella y me lo dio, no dudé en escribirle de inmediato.
Con mucho temor le escribí: ¨Hola Legna, te escribe aquella vieja amiga Isabel. Me recuerdas?¨. Qué alegría que la respuesta de ella fue: ¨Claro amiga, mi amiga de siempre de toda la vida. Me alegra mucho saber de ti¨. Esto pasó hace solo un mes, pero no hemos podido vernos en persona. Me contó que está viviendo aquí en la ciudad pero un poco retirado y que se está haciendo unas terapias ya que está sufriendo de dolor en la columna vertebral. Quedó en avisarme el día que pudiera ir hasta su casa y reencontrarnos. Le dije que ese día me iré tempranito para su casa y que me vendré a la mía entrada la noche para ver si nos da tiempo de actualizarnos en todo.
Aunque nos hemos estado comunicando por mensajes de teléfono y eso me ha emocionado mucho quiero que llegue el día que nos podamos ver y darnos el abrazo que nos debemos desde hace tiempo. Les tendré informados y actualizados de esta reunión.