¡Yo amaba el dulce de cerecitas, mi abuela lo hacía y no duraba nada! Era toda una delicia!🤤🤤
Bueno, con mucha humedad, puedo decir que tuve la fortuna de ir a la casa del Maestro Luis Mariano Rivera y comerme una cerecita de su árbol de cemeruco. Momento solemne e inolvidable.❤️🙏
Me alegra que haya podido sacarle hijos a ese árbol de semeruco para que puedas seguir disfrutando de su delicioso sabor ácido y dulce!