Trabajo remoto desde hace un buen tiempo y entre el trabajo, las pautas y las noticias vivo un ritmo acelerado que de alguna manera me mantiene cada vez más aislada de familiares y amigos, sin darme cuenta. Sin embargo, mi naturaleza social como ser humano anhela la conexión y la comunidad, porque para eso fuimos diseñados. En busca de esa conexión, reciente descubrí una iniciativa vecinal que puede ser un bálsamo para el alma: las reuniones de los "amigos peludos".
Recientemente, me mudé a una zona nueva en la ciudad y descubrí un pequeño oasis de alegría y camaradería. Una zona verde donde los vecinos se reúnen al final de la tarde para compartir un momento con sus perros. Al principio, observaba desde lejos a esta "manada" de amigos peludos y sus humanos; pero la curiosidad me llevó a acercarme.
Hoy decidí acercarme y desde el primer momento, me sentí acogida. Me presentaron como la "tía Katha" y me explicaron cómo esta iniciativa había surgido como un espacio para que los perros socializaran, pero se había convertido en mucho más que eso. Los vecinos habían encontrado en estos encuentros una oportunidad para conocerse, hacer amigos y apoyarse mutuamente, era como una especie de “terapia”.
Hoy que decidí unirme a la manada, tuve la suerte de llegar justo a tiempo para una fiesta de cumpleaños canina. Un pequeño festejo con torta hecha a base de hígado y zanahoria que llenó de alegría a los más de quince perros presentes. En ese momento, comprendí la importancia de estos espacios para todos, tanto para las mascotas como para sus dueños.
En el lugar había perros de todos tamaños, colores y razas. Se acercaban, olían, movían la cola y me invitaban a jugar, a acariciarlos y hasta a correr con ellos. En definitiva fue toda una experiencia rascarles las orejas a los amigos peludos y recargarme con esa energía de niños eternos que tienen.
Si bien amo a los animales, no tengo las condiciones ideales para tener un perro. Creo firmemente que estos seres necesitan espacio para correr, jugar y abrir huecos en la tierra. Sin embargo, esta experiencia me ha demostrado que no es necesario tener una mascota para disfrutar de su compañía y de los beneficios que aportan a nuestra vida.
Espero volver y volver a encontrarme con los amigos peludos que me reconectaron con la vida y todo lo bonito que nos regala.
ENGLISH (click here!)
I've been working remotely for quite some time now and between work, guidelines and news I live an accelerated pace that somehow keeps me more and more isolated from family and friends, without even realizing it. However, my social nature as a human being craves connection and community, because that's what we were designed for. But I recently discovered a neighborhood initiative that can be a balm for the soul: the “furry friends” gatherings.
Recently, I moved to a new area in town and discovered a little oasis of joy and camaraderie. A green area where neighbors gather in the late afternoon to share a moment with their dogs. At first, I watched from afar this “pack” of furry friends and their humans; but curiosity led me to get closer.
Today I decided to approach and from the first moment, I felt welcomed. I was introduced as “Aunt Katha” and they explained how this initiative had emerged as a space for the dogs to socialize, but had become much more than that. The neighbors had found in these meetings an opportunity to get to know each other, make friends and support each other, it was like a kind of “therapy”.
Today when I decided to join the pack, I was lucky enough to arrive just in time for a canine birthday party. A small celebration with a cake made of liver and carrot that filled with joy the more than fifteen dogs present. At that moment, I understood the importance of these spaces for everyone, both for the pets and their owners.
There were dogs of all sizes, colors and breeds. They approached, smelled, wagged their tails and invited me to play, pet them and even run with them. All in all it was quite an experience to scratch the ears of my furry friends and recharge myself with that eternal childlike energy they have.
Although I love animals, I don't have the ideal conditions to have a dog. I firmly believe that these beings need space to run, play and dig holes in the ground. However, this experience has shown me that it is not necessary to have a pet to enjoy their company and the benefits they bring to our lives.
I hope to return and meet again with the furry friends that reconnected me with life and all the beautiful things it gives us.
Las fotos y contenido aquí compartido con ustedes son de mi autoría. Las fotos fueron tomadas con mi teléfono Redmi Xiaomi 9. Y la traducción al inglés fue realizada con DeepL
The photos and content here shared with you are my authorship. The photos were taken with my Redmi Xiaomi 9 phone. And the English translation was done with DeepL.
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