El petirrojo adorable
El petirrojo adorable siempre llevaba consigo un cuadro de un melón que a veces se quitaba del pantalón. Podría parecer una idea bastante sorprendente para muchos, pero no para el petirrojo, quien esperaba que fuera genial. Curiosamente, el cuadro de un melón fue el objeto elegido.
El petirrojo adorable llevaba un pastel de crema pastelera con el que de vez en cuando jugaban. Esta propuesta podría parecer bastante sorprendente para muchos, pero no para el petirrojo, quien lo consideró milagroso. Un pastel de crema pastelera fue el objeto elegido.
El petirrojo adorable llevaba un bolígrafo que a veces abrazaban. Esto podría considerarse una tarea peculiar para ti, pero no para el petirrojo, quien pensó que la idea era la más genial. ¿Quién lo hubiera dicho, siendo un bolígrafo el objeto elegido?
El petirrojo adorable quería una peluca que a veces se sentaran a mirar. Debería ser una actividad bastante emocionante para mi vecino, pero no para el petirrojo, quien había decidido que la idea era milagrosa. ¿Quién lo hubiera pensado? Una peluca sería el artículo elegido.
El Petirrojo Lindo deseaba una lata de Coca-Cola que destruirían. A mi vecino podría parecerle una actividad extraña, pero no al Petirrojo, quien la encontró genial. ¿Quién lo hubiera imaginado? Una lata de Coca-Cola sería el artículo elegido.
El Petirrojo Lindo buscaba desesperadamente una pinta de sidra para abrazar. Puede que fuera una sugerencia bastante extraña para mí, mi mamá y mi papá, pero no para el Petirrojo, quien esperaba que la idea fuera divertida. ¿Quién lo hubiera imaginado? Una pinta de sidra sería el artículo elegido.