Hola, amigos de Hive. Agradezco la oportunidad de estar entre ustedes. Los saludo, mientras comparto algo de mí. Ya les cuento...
Hace cerca de 40 años ya, durante un examen para determinar si tenía aptitudes para estudiar Periodismo, comenté a mis evaluadores sobre la necesidad de poder expresar lo que pienso, relacionarme con las personas y transmitir sus opiniones. Pero, no tenían en cuenta que me cuesta hablar de mí.
Cerca de cuatro décadas después no lo he superado. Recuerdo ese día como si fuera ayer, quizás mejor. Pues heme aquí intentando explicarme, decir lo que me define.
Mi nombre es Iris Neysi. Soy la mamá de Sofía y Beatriz, una mujer cubana de la generación X, periodista y pragmática, leal como dicen que solo los capricornianos suelen ser, amiga de mis amigos, oriunda de un pueblo costero, ambientalista, amante de la música ochentera y del cine de todos los tiempos, defensora de la equidad entre hombres y mujeres, convencida de que la familia es y será mi lugar seguro.
Cada uno de esos rasgos, guarda en cierta medida los valores en los cuales fui formada, mis gustos y preferencias. También describen mis aficiones, causas personales y lo que me hace feliz. No excluyo otras pasiones que me enriquecen.
Desde hace menos años, también he incursionado en el área de ser emprendedora, una faceta que tenía escondida con creencias como “soy mala para vender”, “no sirvo para los negocios”.
Y, sin ser una experta o una empresaria con todas sus letras, me he ido adentrando hasta tener un incipiente emprendimiento de bolsas de regalos y empaques para negocios. De cómo llegué aquí, prometo ofrecer más detalles, pero agradezco el impulso de mis amigas y primeras clientes.
Este camino lo inicié, además, con ideas que no llegué siquiera a verbalizar en su momento –como ser masajista o niñera por las noches-; otras me exigieron pasos iniciales, como el cultivo de la sábila; hasta la creación de papel manufacturado, que me apasiona y me llevó a ofrecer talleres para niños con autismo.
Aunque ha quedado más como hobby que como productos comercializables, me permitió adentrarme en la papelería y en la producción de bolsas de regalos.
Traer a mis hijas al mundo fue un desafío de la ciencia, la anatomía y, por qué no, un regalo del Universo. Después de unos siete años de exámenes invasivos y dolorosos en muchos casos, de ilusión y decepción, y de pocas esperanzas, llegaron ellas. Primero Sofía en 2004 y luego Beatriz en 2006. Aunque tienen nombres relacionados con monarquías europeas, no fue este el criterio de selección para llamarlas, pero sí son todo mi reino.
Una vez más la amistad me abrió puertas. Y justo la más generosa de mis amigas me mostró Hive. Desde mi primera exploración –una suerte de amor a primera vista- me han encantado las comunidades, los aprendizajes y la emoción de ser parte de este universo de letras e imágenes.
Espero estar a la altura de lo que leo y que lo mejor de mí se traduzca en palabras hilvanadas para el disfrute de usted que me lee.
English
Hello, friends of Hive. I appreciate the opportunity to be among you. I greet you, while I share a little about myself. Let me tell you...
About 40 years ago now, during an exam to determine if I had the aptitude to study Journalism, I told my evaluators about the need to be able to express what I think, relate to people, and convey their opinions. But, they didn't take into account that I find it difficult to talk about myself.
Nearly four decades later, I have not overcome it. I remember that day as if it were yesterday, perhaps better. For here I am, trying to explain myself, to say what defines me.
My name is Iris Neysi. I am the mother of Sofía and Beatriz, a Cuban woman from Generation X, a journalist and pragmatic, loyal as they say only Capricorns tend to be, a friend to my friends, native to a coastal town, an environmentalist, a lover of 80s music and cinema from all eras, a defender of equity between men and women, convinced that family is and will be my safe place.
Each of these traits contains, to a certain extent, the values with which I was raised, my tastes and preferences. They also describe my hobbies, personal causes, and what makes me happy. I do not exclude other passions that enrich me.
For fewer years, I have also ventured into the area of being an entrepreneur, a facet I had hidden with beliefs like "I'm bad at selling," "I'm not cut out for business."
And, without being an expert or a full-fledged businesswoman, I have been delving into it until I have an incipient venture of gift bags and packaging for businesses. How I got here, I promise to offer more details, but I am grateful for the push from my friends and first clients.
I began this path, moreover, with ideas that I didn't even verbalize at the time—like being a masseuse or a nanny at night; others required initial steps, like growing aloe vera; up to the creation of handmade paper, which I am passionate about and led me to offer workshops for children with autism.
Although it has remained more as a hobby than as marketable products, it allowed me to get into stationery and the production of gift bags.
Bringing my daughters into the world was a challenge of science, anatomy, and, why not, a gift from the Universe. After about seven years of invasive and, in many cases, painful exams, of hope and disappointment, and of little hope, they arrived. First Sofía in 2004 and then Beatriz in 2006. Although they have names related to European monarchies, this was not the selection criteria for naming them, but they are my entire kingdom.
Once again, friendship opened doors for me. And the most generous of my friends showed me Hive. From my first exploration—a sort of love at first sight—I have loved the communities, the learnings, and the excitement of being part of this universe of letters and images.
I hope to be up to the standard of what I read and that the best of me translates into strung-together words for the enjoyment of you who read me.
