Hello my dear friends, I have the pleasure of joining the challenge proposed by @tattoodjay, who invites us to share our Wednesday walks.
While walking through Old Havana, I came across a hidden gem that seems frozen in time: the former train carriage of Cuban presidents, from the first half of the 20th century, now converted into a fascinating museum on Churruca Street.
The main entrance is a platform protected by a bronze railing that serves as a viewing platform; here we are greeted by the local historian, who passionately guides me through each room.
She explains that the carriage was manufactured in the United States along with two other carriages, all three identical and luxurious. One of them was sent to Cuba by Horacio Rubens, president of the Cuban Railway Company, who, after using it for a while, donated it to the island's president.
The car, which once transported the country's most powerful figures, retains all its original furnishings, from the upholstered seats to the precious wood paneling and furnishings inside.
The living room is furnished with comfortable furniture, where important decisions for the country's history were surely discussed.
I was able to see the main bedrooms, with beds that still seem to invite you to rest, separated by an adjoining bathroom. Interestingly, one room is painted blue—it's the presidential bedroom—and the second is pink, for the first lady. There is also another room with a top bunk bed, which could have served as a reading room.
The dining room is luxurious, all made of precious wood, and a glass case displays the gleaming silverware, a testament to presidential banquets. The kitchen is still equipped with original utensils. But the most surprising thing was discovering its dry ice cooling system, an advanced technology to keep the entire car cool in the Cuban heat—innovative and luxurious for its time!
As a historical fact, its first owner called it the Mambí Car because he sympathized with the independence struggles of the Mambises. He was also a friend of the Apostle José Martí and the president of the nascent Republic, Tomás Estrada Palma.
This museum is a little-known treasure, perfect for those who love history and the secrets hidden in the streets of Havana.
Have you visited this car? Would you like to see it? Tell me in the comments
See you soon!
Historical data was found on this site.
VERSIÓN EN ESPAÑOL
Caminando por La Habana Vieja: El Coche Mambí de la Calle Churruca
Hello my dear friends, today I'm joining the challenge proposed by to share my Wednesday walk with you.
Hola mis queridos amigos, tengo el placer de unirme al reto propuesto por @tattoodjay que nos invita a compartir nuestros paseos de miércoles.
Mientras caminaba por la Habana Vieja me encontré con una joya escondida que parece detenida en el tiempo: el antiguo vagón de tren de los presidentes de Cuba, de la primera mitad del siglo XX, ahora convertido en un museo fascinante en la calle Churruca.
La entrada principal es una plataforma protegida por una baranda de bronce que sirve de mirador; aquí nos recibe la historiadora del lugar, quien con pasión me guio por cada habitación.
Me explica que el vagón fue fabricado en los Estados Unidos junto a dos vagones más, los tres idénticos y con grandes lujos. Uno de ellos fue enviado a Cuba por el presidente de la compañía ferroviaria de Cuba, Horacio Rubens, quién después de usarlo un tiempo lo donó al presidente de la isla.
El vagón, que alguna vez transportó a las figuras más poderosas del país, conserva todos sus muebles originales, desde los asientos tapizados hasta los paneles y muebles de madera preciosa de su interior.
La sala está compuesta de muebles cómodos, donde seguramente se discutieron decisiones importantes para la historia del país.
Pude conocer los dormitorios principales con camas que aún parecen invitarte a descansar, separadas por un baño intercalado. Es curioso que un cuarto está pintado de color azul, es el cuarto presidencial y el segundo de color rosado, para la primera dama. Tiene además otra habitación con una litera superior, que podía servir de sala de lectura.
El comedor es de lujo, todo es de madera preciosa, en una vitrina se exhibe las vajillas de plata relucientes, testigos de banquetes presidenciales. La cocina aún está equipada con utensilios originales.
Pero lo más sorprendente fue conocer su sistema de enfriamiento con hielo seco, una tecnología avanzada para mantener fresco todo el vagón en el calor cubano ¡innovación y lujo para la época!
Como dato histórico les diré que su primer propietario le llamó Coche Mambí porque simpatizaba con las luchas de independencia de los mambises, era además amigo del Apóstol José Martí y del presidente de la naciente República, Tomás Estrada Palma.
Este museo es un tesoro poco conocido, perfecto para quienes aman la historia y los secretos escondidos en las calles habaneras.
¿Has visitado este vagón? ¿te gustaría conocerlo? ¡Cuéntenme en los comentarios!
¡Hasta pronto!