Colors for a Stubbornly Single Woman
This week’s prompt from the #ladiesofhive community puts me in a bind, as I must admit I’m not a big fan of clothing. That doesn’t mean I’m a nudist—quite the opposite—I believe clothes are one of humanity’s great inventions. But I don’t enjoy shopping, and I’ve never followed fashion trends.
As a result, my wardrobe tends to be quite minimal, and I rarely buy clothes. When I do, I usually go for dark colors—mostly black or navy for pants, and black or gray for shirts or blouses. When it comes to jackets, I’m a bit more liberal and can choose colors that range from yellow to burgundy.
In short, I have boring taste in clothing, and to this day, I’ve never bought a dress. Which brings me to the second part of this week’s prompt: marriage.
Marriage has always been one of those “adult things” that I’ve considered unnecessary since I can remember—even something that clashes with my personality.
I’ve never felt that desire to start a family or have children, which many claim is programmed into our genes. On the contrary, I’ve always thought it was a way to curtail personal freedom.
I want to be clear: I respect people who choose to get married and have children, or get married and not have children. But as Juan Gabriel says in a song, “I was not born to love,” and therefore I was not born to marry—since I believe the only force capable of keeping a marriage intact is love, and life is complicated enough as it is.
So, as a stubbornly single woman, I wouldn't marry at any age—much less at a later stage in life where marriage would feel more like having a “roommate” than a partner. Because, in my opinion, you don’t need a contract or a church to have companionship.
Colores para una soltera empedernida
La consigna de esta semana de la comunidad #ladiesofhive me pone en un aprieto, ya que debo admitir que no soy una gran fan de la ropa, con esto no quiero decir que sea nudista, al contrario, creo que la ropa es un gran invento para la humanidad, pero no me gusta ir de compras, y nunca me he guiado por modas.
Así es que mi guardarropa suele ser bastante reducido, y compro ropa muy rara vez. Pero en las ocasiones que lo hago, suelen ser colores oscuros, principalmente negro o azul marino para los pantalones, y negro o gris para las camisas o blusas. Para los abrigos suelo ser un poco más liberal y puedo elegir colores que van desde el amarillo al color vino.
En pocas palabras, tengo gustos aburridos en cuestión de ropa, y hasta el día de hoy nunca he comprado un vestido. Lo que me lleva al segundo punto de la consigna semanal, el matrimonio.
El casamiento ha sido una de las "cosas de adultos" que desde que tengo uso de razón he considerado innecesario, e incluso algo para lo cual mi forma de ser resulta antagónica.
Nunca he sentido ese deseo de formar una familia, ni de tener hijos, que muchos dicen que tenemos programados en nuestros genes. Al contrario, siempre pensé que era una forma de cercenar la libertad de los individuos.
Aclaro que respeto a las personas que deciden casarse y tener hijos, o casarse y no tener hijos, pero como dice una canción de Juan Gabriel "yo no nací para amar" por lo que tampoco nací para casarme, ya que la única fuerza que creo capaz de mantener un matrimonio intacto debe ser el amor, porque la vida es bastante complicada.
Por lo tanto, como soltera empedernida, no me casaría a ninguna edad, y mucho menos a una tan avanzada, en la que el matrimonio sería una suerte de "compañeros de habitación" más que una pareja, porque para tener compañía creo que no es necesario firmar ningún tipo de contrato, ni pisar una iglesia.
Original language: Spanish
Translated by: Microsoft Copilot AI
Image generated by: Microsoft Copilot AI