Spanish
Aunque no soy alguien que esté acostumbrado aún a expresar un gusto navideño, ciertamente hay algo que me gusta mantener de manera constante y podría decirse que es mi sueño cada vez que estamos en estas épocas, y que incluso viene de esos recuerdos de mi versión niña e inocente. Y eso es el sueño de que cada año la armonía en la época decembrina se mantenga a pesar de las adversidades y que siempre logremos tener esos momentos claves que por años han significado recuerdos y anécdotas, y es que algo muy de mí es el hecho de que me suelen gustar las supersticiones y rituales para cierres de ciclos u otros más, o incluso estas costumbres que, reales o no, causan esa proyección involuntaria de algo positivo.
Y no solo me refiero a estas fechas clave donde se hace más énfasis en la convivencia, sino en esos momentos que no se dejan de lado, como las risas y la felicidad al momento de hacer las hallacas, tengamos o no recursos, la costumbre de un autopresente para preservar esa emoción de nuestro niño interior, y sobre todo esa unión que duele haber cada año en casa de mi abuela, que incluso aunque algunos de los integrantes más alegres y animados están fuera del país, siguen teniendo esa presencia y ha hecho que se siga manteniendo esa unión sincera porque sí , hay quienes se reúnen, pero solo como compromiso y costumbre, pero puedo decir con toda la ley que en mi caso se sigue manteniendo esa sinceridad de ser pocos y pasarla bien, que hace que cada año sea un sueño cumplido.
Por eso digo que hay sueños constantes mucho más allá de aquellos que van formándose cada año o a medida que damos pasos; algunos son efímeros y tienen su propósito una sola vez y otros que perduran como una muestra de un amor más constante, y en lo personal o como una meta propia, cada año mi sueño hacia mí es vivir esa temporada de finiquito de año con una paz y una sonrisa, la paz por poder estar conforme con lo que hice y aceptar lo que no, y la sonrisa es por siempre recibir una Navidad sin lágrimas, pues sueño enfocar mi mente en depurar todo lo malo como una limpieza antes de un nuevo comienzo; mis sueños constantes van mucho en esa línea, como pueden ver, ya que por años para mí esta fecha significa justo eso.
Y así mismo no significa que no tenga sueños para Navidad, que están pensados para un futuro, pero que el deseo con el que están los mantiene, y uno de estos es poder ir formando mi propia tradición navideña desde otro espacio. Ojo, tal vez pudiera verse extraño ese sueño, pero en el fondo hay personas con las que quiero transmitir mis metas y esa tranquilidad en estas fechas y que sé que, más allá de marcar un alejamiento del entorno constante, va a sumar tanto experiencia como historias nuevas a todo lo que ya es perfecto. Tengo como sueño estar en Navidad en un país distinto con alguien que sume y que también pueda compartir eso con los míos porque es una forma de sellar mi sueño más grande, de comenzar mi camino de una vez, sin pausas.
Así que bueno, en resumen, nuestros sueños de Navidad no necesariamente deben ser distintos cada año, sino que podemos reforzarlos para que aumente su valor y sean cada vez un tesoro por preservar, por lo que sí, los sueños de Navidad pueden ser una demostración de cuánto apreciamos a los nuestros y una proyección de dónde nos queremos ver en el mañana, por lo que, sin más, este es mi pequeño aporte para la iniciativa propuesta por @talentos para esta semana, esperando sea de su agrado y muchas gracias por leer.
English
Although I'm not someone who's used to expressing a love for Christmas, there's certainly something I like to maintain consistently, and you could say it's my dream every time this time of year rolls around, something that even stems from those memories of my innocent, childlike self. And that's the dream that harmony will prevail each year during the holiday season despite any adversity, and that we'll always manage to have those key moments that have become memories and anecdotes over the years. Something very much like me is that I tend to enjoy superstitions and rituals for closing cycles or other things, or even these customs that, real or not, create that involuntary projection of something positive.
And I'm not just referring to these key dates where the emphasis is on togetherness, but also to those moments that aren't forgotten, like the laughter and joy of making hallacas, whether we have resources or not; the tradition of giving ourselves a small gift to preserve that feeling of our inner child; and above all, that unwavering bond that we share every year at my grandmother's house. Even though some of the most cheerful and lively members are abroad, their presence remains strong, and that sincere connection has endured. Yes, some people get together, but only out of obligation or habit. But I can say with absolute certainty that in my case, that genuine feeling of being just a few people and having a good time is still there, making each year a dream come true.
That's why I say there are constant dreams, far beyond those that take shape each year or as we take steps forward. Some are fleeting and serve a single purpose, while others endure as a testament to a more enduring love. Personally, or as a personal goal, my dream each year is to experience the end of the year with peace and a smile. Peace comes from being content with what I've done and accepting what I haven't, and a smile from always receiving a Christmas without tears. I dream of focusing my mind on cleansing away all that is negative, like a purification before a new beginning. My recurring dreams largely follow this line, as you can see, since for years this time of year has meant precisely that to me.
And likewise, it doesn't mean I don't have Christmas dreams, dreams that are meant for the future, but the desire I have for them keeps them alive. One of these is to start building my own Christmas traditions from a different place. Look, maybe that dream might seem strange, but deep down there are people with whom I want to share my goals and that peace during this time of year. I know that beyond marking a break from my usual surroundings, it will add both experience and new stories to everything that is already perfect. My dream is to spend Christmas in a different country with someone who adds to my life and who can also share that with my loved ones, because it's a way to seal my greatest ambition: to begin my journey once and for all, without pauses.
So, in short, our Christmas dreams don't necessarily have to be different every year. We can strengthen them to increase their value and make them a treasure to cherish. Yes, Christmas dreams can be a demonstration of how much we appreciate our loved ones and a projection of where we want to see ourselves in the future. Therefore, this is my small contribution to the initiative proposed by @talentos for this week. I hope you enjoy it, and thank you very much for reading.
