¡¡Imbécil, imbécil!!
Qué rabia me queda después de cada discusión, qué impotencia, qué ganas de ¡¡¡aaaah!!!
Ni siquiera puedo gritar para desahogarme, no voy a darle el gusto, ni otro motivo para argumentar que soy una histérica en nuestra próxima discusión, porque seguro que vendrán otras.
Qué fresca está el agua, tal vez un baño me haga sentir mejor.
Es que con él no se puede hablar, intento explicarle mis razones, mis sentimientos pero es como dar contra una pared. Me propongo estar calmada pero saca lo peor de mí.
Mirthica, mi mejor amiga, sigue preguntando por qué no lo dejo de una vez. La verdad es que cuando se me pasa la molestia él regresa hecho un dulce, porque cuando se empeña en ser adorable no le gana nadie.
Esta vez voy a mantenerme firme, si quiere un poco de esto tendrá que suplicar.
Uy, qué maravilla este jabón nuevo, huele delicioso y su espuma cremosa se desliza por la piel como sus manos sabias.
¡Oye, no empieces a aflojar que te conozco!
Tengo que ser como Mirtha, cuando se molesta con el marido le cierra el acceso y no deja que la toque hasta que a ella le da la gana, hasta que él se doblega y ruega. Este también va a tener que rogar o se queda sin paraíso prometido.
Así, castigado, con lo que le gusta deslizarse por estas curvas; casi tanto como le gusta a estas curvas sentirlo acelerar y frenar, llegar al ritmo perfecto.
Este baño en lugar de calmarme está saboteando mis sentidos, es como si mi propio cuerpo jugara para el equipo contrario.
No, voy a hacer que se vuelva loco de deseo antes de ceder, aunque al final voy a ceder, eso está claro. Mientras lo castigo también me castigo yo...
"Tendrá que suplicar" ya no me parece una idea tan buena. ¿Cómo lo conseguirá Mirthica?¿Será que su hombre no le gusta tanto como me gusta a mí el mío? Ella tiene razón ¿por qué tengo que ser tan "física"?
Mientras me niego a él tampoco puedo acurrucarme sobre su pecho, no habrá más aconchadas sorpresa contra la pared de la cocina, ni ese comerme la boca suyo tan urgente, tan estimulante.
¿Cómo voy a poder dormir sin la laxitud que llega después de cada batalla en la que me reclama como territorio suyo?
¿Cómo le hago sin su abrazo, sin su presencia abrazándose a mi espalda como una amenaza constante que temo y espero?
...sin el acoso de su mirada, sin la estrategia acechante de sus muslos, sin su olor de macho, sin el bramido de conquista, sin su bandera.
Ah, no, Mirthica, se acabó este juego. Voy a arreglar las cosas antes de que sea yo la que termine suplicando.
¡¡Mike, cariño ¿me alcanzas la toalla, por favor!!?
Este post fue redactado sin el uso de IA. Las imágenes fueron creadas en la aplicación Luzia. Los Banners han sido diseñados en Canva
Moron, moron!!
How angry I am after every argument, how helpless, how I want to "aaaah!!!"
I can't even scream to vent. I'm not going to give him the pleasure, nor any other reason to argue that I'm hysterical in our next argument, because there will surely be others.
The water is so cool, maybe a bath will make me feel better.
It's just that you can't talk to him. I try to explain my reasons, my feelings, but it's like hitting a wall. I try to stay calm, but he brings out the worst in me.
Mirthica, my best friend, keeps asking why I don't just leave him. The truth is, when I get over my anger, he comes back as a sweetheart, because when he insists on being adorable, no one can beat him.
This time I'm going to stand my ground. If he wants some of this, he'll have to beg.
Oh, this new soap is wonderful. It smells delicious, and its creamy lather glides over your skin like your wise hands.
Hey, don't start slacking, I know you! I have to be like Mirtha, when she gets mad at her husband, she closes off access and won't let him touch her until she wants to, until he gives in and begs. He's going to have to beg too, or he'll lose his promised paradise.
Thus, punished, how much he loves sliding through these curves; almost as much as these curves love feeling him accelerate and slow down, reaching the perfect rhythm.
Instead of calming me, this bath is sabotaging my senses; it's as if my own body were playing for the other team.
No, I'm going to drive him crazy with desire before I give in, although I'll give in in the end, that's for sure. While I punish him, I also punish myself...
"He will have to beg" doesn't seem like such a good idea anymore. How will Mirthica achieve it? Could it be that she doesn't like her man as much as I like mine? She's right. Why do I have to be so "physical"?
While I deny him, I can't curl up on his chest either. There will be no more unexpected cuddles against the kitchen wall, nor that urgent, stimulating eating of his mouth.
How will I be able to sleep without the laxity that comes after every battle in which he claims me as his territory?
How will I do it without his embrace, without his presence hugging my back like a constant threat that I fear and await?
.. without the harassment of his gaze, without the stalking strategy of his thighs, without his macho scent, without the roar of conquest, without his banner.
Ah, no, Mirthica, this game is over. I'm going to fix things before I'm the one who ends up begging.
Mike, honey, can you pass me the towel, please!!?
This post was written without the use of AI. The images were created using the Luzia app. The banners were designed using Canva.
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